Iñaki Urdangarin podrá escoger la cárcel

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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ENRIQUE CALVO

Aunque puede recurrir en amparo al Constitucional y pedir el indulto, es muy difícil que eluda el ingreso en prisión

13 jun 2018 . Actualizado a las 08:23 h.

Diez años después de la querella que, el 26 de agosto del 2008, interpusieron los fiscales Pedro Horrach y Miguel Ángel Subirán contra el entonces presidente balear, Jaume Matas, y que puso en marcha lo que acabaría conociéndose como el caso Nóos, Iñaki Urdangarin está a punto de convertirse en el primer miembro de la familia del rey que ingrese en prisión. 

¿Urdangarin ingresará en prisión de manera inmediata?

Probablemente en cuestión de días. La decisión está en manos del tribunal de la Audiencia de Palma que lo condenó. Una vez resueltos los recursos por el Tribunal Supremo, el tribunal sentenciador está ya en condiciones de ejecutar la sentencia. Podría haber convocado una vistilla para oír a las partes, pero su decisión de citar directamente a los condenados hace pensar que les comunicará el mandamiento de ingreso en prisión. Aunque en casos de riesgo de fuga puede enviar directamente a la cárcel a los condenados, lo normal es que les dé un plazo de entre diez y quince días para que ingresen voluntariamente en la cárcel que cada uno decida. De esta forma, Urdangarin podrá ingresar en prisión de forma discreta, alejado de los focos de los medios de comunicación.

¿Tiene Urdangarin algún recurso para evitar el ingreso en prisión?

Sí, pero difícilmente prosperará. Como cualquier otro ciudadano, puede recurrir en amparo al Tribunal Constitucional, pero la práctica habitual es que este tribunal, aunque admitiera a trámite el recurso, no suspenda la ejecución de la sentencia, especialmente cuando las condenas superan los cinco años de cárcel, como es el caso. Solo en las condenas breves puede optar por mantener en libertad al recurrente, ya que la resolución de los recursos suelde demorarse varios años y en estos supuestos podría resolver cuando ya no tuviera efecto alguno. Urdangarin tiene otra vía para intentar evitar el ingreso en prisión, la solicitud de un indulto. No parece razonable que, dada la condena y el tipo de delitos, el Gobierno vaya siquiera a plantearse la concesión de la gracia. Pero, además, la solicitud no frenaría su entrada en la cárcel. 

¿En qué cárcel debería ingresar?

En la que Urdangarin decida, como cualquier condenado que ingresa voluntariamente en prisión tras recibir la orden del tribunal. En su día, cuando fue condenado, se especuló con la posibilidad de que ingresara en la cárcel de Badajoz, situada a tres kilómetros de la frontera con Portugal, adonde se trasladarían a vivir su esposa y sus hijos. Pero se trata de una cárcel masificada, conflictiva y sin módulos especiales, donde el cuñado del rey podría permanecer un tanto alejado del resto de los reclusos y en una situación más protegida, dadas las peculiaridades del preso. Aparentemente descartada la pacense, Urdangarin podría optar por la cárcel alavesa de Zaballa, de reciente construcción (2011), escasamente poblada y, dada su ubicación cerca de Vitoria, favorecería las visitas de su familia. Otra opción es la cárcel de Menorca, con muy pocos reclusos y, dada si situación insular, alejada de los focos mediáticos. 

¿Cuánto es el tiempo mínimo que pasará en prisión?

Pese a la reducción de la condena decidida por el Tribunal Supremo, el que la pena final supere los cinco años de cárcel marca una frontera de importantes consecuencias para el reo. Cuando la condena es inferior a los cinco años, atendiendo a las circunstancias personales del recluso, y siempre que haya atendido las responsabilidades civiles de la condena, se puede calificar directamente al preso en el tercer grado, requisito ineludible para tercer acceso a permisos de salida. Tal posibilidad es inviable cuando la condena es superior a los cinco años. En el caso concreto de Urdangarin, condenado a cinco años y diez meses, al llegar a la cárcel será calificado en el segundo grado, que es el régimen ordinario de los reclusos hasta que, atendiendo a sus circunstancias personales y su comportamiento, puedan progresar de grado. En condiciones normales, los presos deberán haber cumplido una cuarta parte de la pena, en su caso 18 meses, para poder solicitar al juzgado de vigilancia penitenciaria el acceso al tercer grado. Pero salvo que el juez decida lo contrario, lo habitual es haber cumplido la mitad de la condena (35 meses en su caso) para acceder al tercer grado, y en consecuencia a los permisos penitenciarios y el régimen de semilibertad. Desde la reforma penal de 1995, en ningún caso cabe la posibilidad de reducciones de pena.

El tribunal condena en costas a Manos Limpias

El Supremo lanza un nuevo rapapolvo a la acusación popular de Manos Limpias, a la que condena en costas, por su afán de implicar a Cristina de Borbón pidiendo para ella hasta ocho años de prisión por cooperar con los delitos fiscales de Urdangarin. «Se hace difícil pensar que un profesional del derecho considere que un delito contra la Hacienda pública del que no es autor, sino cooperador necesario y por cuantía no superior a 120.000 euros, merezca ese máximo punitivo», se queja la sala en referencia a la petición de la letrada Virginia López-Negrete. El Supremo concluye que esa acusación se movió en «escenarios extraprocesales».

La rebaja en la multa a la infanta la acaba pagando su marido

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo confirma la responsabilidad a título lucrativo de la infanta Cristina, pero reduce el monto de ese enriquecimiento ilícito de 265.088 euros, que fue la cantidad que estableció en primera instancia la Audiencia Provincial de Palma, a 136.950. Esta rebaja se explica porque el alto tribunal no considera que la esposa de Urdangarin se lucrara con los delitos fiscales de su cónyuge, sino exclusivamente de la malversación de los caudales públicos. Eso sí, los 128.000 euros de rebaja deberán ser asumidos por el exduque de Palma, que fue el que llevó a cabo los dos fraudes en la declaración del IRPF de los años 2007 y el 2008. En cualquier caso, esa cantidad inicial (265.088 euros) ya fue depositada en su día por la hermana de Felipe VI.