Poco después de conocer que el mediático periodista sería el encargado de capitanear el Ministerio de Cultura, sus palabras vertidas en Twitter sobre temas políticos, su aversión hacia el deporte o sus sugerentes mensajes se le volvieron en contra
07 jun 2018 . Actualizado a las 17:55 h.El aterrizaje de Màxim Huerta en el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez ha provocado un auténtico terremoto en las redes sociales. Especialmente en Twitter, donde muchos se apuraron a recuperar viejas palabras del actual titular de la cartera de Cultura para esbozar un retrato de la forma de pensar de Màxim Huerta antes de ocupar su encorsetado cargo actual.
Consciente de que sus palabras en Twitter -donde ha dedicado más de un mensaje negativo al deporte- han escocido a más de uno y han herido alguna sensibilidad, Màxim Huerta ha querido lanzar hoy, después de convertirse de manera oficial en Ministro de Cultura y Deporte, un mensaje de conciliación: «Sabéis que no lo practico y no solía seguirlo, pero pienso mimarlo y amarlo. El deporte también es educación y cultura. El deporte es respeto, superación, humildad, perseverancia... Todo eso pienso ejercitarlo con tesón y esfuerzo. Gracias a todos por los mensajes. Empezamos».
Esto de hurgar en mensajes antiguos se ha convertido en trending topic en la red social del pajarito. El jefe de Màxim Huerta ya tiene experiencia en el tema. Pedro Sánchez vivió en sus propias carnes la factura que pasan los tuits publicados cuando no eras nadie y podías escribir lo primero que se te pasara por la cabeza sin preocuparte de la repercusión que ibas a tener.
Los tuits que más dolores de cabeza le van a provocar a Màxim Huerta son en los que claramente muestra su animadversión hacia el deporte. Al nuevo ministro encargado de dirigir Deportes se le vienen encima sus anteriores declaraciones. «Menos deporte creo que hago de todo», «Umberto Eco: 'odio a los deportistas'. Yo, el deporte. Que manera de sobrevalorar lo físico! Ozu», o «Desconozco el mundo del deporte, pero lo imagino. Mi respeto» son solo algunos de ellos.
También ha tenido palabras -muchas de ellas críticas- hacia el grupo del que ahora comenzará a formar parte: la política. «Y pensar que a los políticos no solo les votamos sino que les pagamos», escribía un crítico Màxim Huerta allá por el año 2013. También mostraba cierta ironía al hablar de uno de los trámites que hoy mismo ha tenido que pasar: la promesa de cumplir sus funciones como ministro ante la Constitución.
Tendrá que vigilar algo más la forma en la que habla del mundo del que ahora forma parte. Porque hace poco menos de un mes publicaba un tuit bastante polémico.
Uno de los mensajes que más polvareda ha levantado está formado por seis palabras que han provocado las iras de los secesionistas: «Me cago en el puto independentista». Pero este mensaje tiene su contexto. Según explicaba un usuario en Twitter, Màxim Huerta publicaba estas palabras el 29 de mayo del 2010 a las 21.19, durante el festival de Eurovisión 2010 en el que la actuación de España (Daniel Diges) fue interrumpida por Jimmy Jump, un espontáneo de Cataluña acostumbrado a saltar en eventos de masas.
Pero no todo son críticas. En su cuenta conviven con el lado más negativo algunas frases de elogio hacia otros líderes políticos como Zapatero o Albert Rivera. Y también de esperanza hacia la nueva política. «Si logran ponerse de acuerdo, más allá de los egos y de las condiciones, volveré a creer en política», publicaba el pasado 30 de mayo.
Algunos han intentado rascar para encontrar alguna palabra que profetice cómo será su devenir al frente de la cartera de Cultura.
Màxim Huerta ha desvelado que la conocida como «fiesta nacional» no es lo suyo. Los toros no entran dentro de los gustos del nuevo ministro de Cultura. «No me gusta ver sufrimiento mezclado con aplausos», sentenciaba al ser preguntado por el tema de la tauromaquia. Pero su declaración más franca sobre este tema la resumía en una imagen.
No todo es política y cultura en el Twitter de Màxim Huerta. Junto a los temas más «serios» conviven sugerentes imágenes y mensajes. «Hablemos de calientaencers». Hablemos.
