«(Los catalanes que hablan español) son carroñeros, víboras, hienas; bestias con forma humana, sin embargo, que destilan odio»
09 oct 2018 . Actualizado a las 15:44 h.«Me arrepiento, no volverá a pasar». Así de conciliador volvió Quim Torra a pedir perdón este lunes, durante la segunda sesión del debate de investidura, por sus viejos tuits, incendiarios mensajes de carácter xenófobo contra «los españoles» que el nuevo presidente de la Generalitat publicó hace años, antes de entrar en política. Pero ahora está dentro. Ahora se retracta. Ahora lamenta la ofensa, haber utilizado «alguna palabra inconveniente» fruto de la «intensidad». No era su intención, asegura a media voz. Los tuits, que el diputado de JxCat intentó esconder sin demasiado éxito -sus seguidores, rápidos, ya tenían a buen recaudo las capturas de pantalla-, fueron sacados de contexto, defiende. ¿Y los artículos? ¿Qué hay de las columnas publicadas en las que Torra carga contra los castellanoparlantes o, directamente, contra los que viven fuera de las fronteras catalanas?
«Gabancho, Sostres i Joel Joan: l’orgull de ser català»
Publicado en el 2008 por el extinto El Singular Digital, pero disponible para su consulta en Archive.org, este texto, que insiste en el compromiso independentista, reza que «ante tanto nacionalista de regional preferente, catalanistas al baño maría, tibios y masoquistas», hay gente que «ha dicho basta» y, «cada uno a su manera, combate por unas ideas y un país». «Gente que ya se ha olvidado de mirar al sur y vuelve a mirar al norte, donde la gente es limpia, noble, libre y culta. Y feliz».
«La llengua yi les bèsties» («La lengua y las bestias»)
Quizá su artículo más agitador, lleno de lapidarias sentencias contra los catalanes que se expresan en español. Fue publicado en el diario El Món y en él compara a los castellanoparlantes con «bestias» con errores genéticos.
Estos son algunos extractos:
«Ahora miras a tu país y vuelves a ver hablar las bestias. Pero son de otro tipo. Carroñeros, víboras, hienas. Bestias con forma humana, sin embargo, que destilan odio. Un odio perturbado, nauseabundo, como de dentadura postiza con moho, contra todo lo que representa la lengua. Están aquí, entre nosotros. Los repugna cualquier expresión de catalanidad. Es una fobia enfermiza. Hay algo freudiana en estas bestias. O un pequeño bache en su cadena de ADN. Pobres individuos! Viven en un país del que lo desconocen todo: su cultura, sus tradiciones, su historia. Se pasean impermeables a cualquier evento que represente el hecho catalán. Los crea urticaria. Los rebota todo lo que no sea español y en castellano».
«Hace un par de semanas viajaba en un vuelo de Swiss una de estas bestias. Al llegar al destino, se anunciaron en catalán las típicas observaciones previas al aterrizaje. La bestia, automáticamente, segregó en su boca agua rabiosa. Un hedor de cloaca salía de su asiento. Se removía, inquieta, desesperada, horrorizada por oír cuatro palabras en catalán. No tenía escapatoria. Un sudor mucoso, como de sapo resfriado, le manaba de las axilas. Hay que imaginarse a la bestia, ¡después de tanto tiempo!, ellas que pueden vivir en su mundo español sin ningún problema, escuchando cuatro palabras en una lengua que odia. Indignada, decidió escribir una carta en un periódico alemán de Zúrich, quejándose del trato recibido ya que se 'violaban sus derechos' al ser el castellano la 'primera' lengua oficial de España. Y, a toda plana, la queja de la bestia salió publicada».
«Llanos de Luna o la 'normalitat' de parlar en espanyol a Catalunya»
En enero del 2012, salió publicado en el diario catalán El Matí Digital un texto de Quim Torra cargando contra la entonces delegada del Gobierno español en Cataluña, María de los Llanos de Luna. De nuevo, en su punto de mira, el uso de la lengua catalana:
«La señora María Llanos de Luna dedica más tiempo a sus peinados que a la cultura del país donde vive».
«No, no es nada natural hablar en español en Cataluña. No querer hablar la lengua del país es el desarraigo, la provincialización, la voluntad persistente de no querer asumir las señas de identidad de donde se vive».
«Somos como somos porque el franquismo nos ha hecho así. ¿O alguien cree que sin la dictadura habríamos tenido nunca una subdelegada del Gobierno así?»
«Sin lengua no hay país. Y cuando se decide no hablar en catalán se está decidiendo dar la espalda a Cataluña».
«Día de la raza, però quina raça?»
Dos años antes, en el 2010, el de JxCat escribía en el mismo diario digital: «España, esencialmente, ha sido un país exportador de miseria, material y espiritualmente hablando. Todo lo que han tocado los españoles se convirtió en fuente de discriminaciones raciales, diferencias sociales y subdesarrollo».
«Els 'impermeables'»
También en el 2010, Torra definió como «impermeables» a aquellos a quienes repugna cualquier expresión de «catalanidad», haciendo ya aquí referencia -mismas frases que el artículo La lengua y las bestias- a un defecto genético: «Están cerca, entre nosotros, todos conocemos algunos. Abundan especialmente en la zona alta de Barcelona y en barrios bienestantes. Les repugna cualquier expresión no ya de catalanismo, sino de catalanidad. Es una fobia enfermiza. Hay algo freudiano en estos seres. O una pequeña sacudida en su cadena de ADN. ¡Pobres individuos! (…) Conozco del PP, de Ciudadanos y del PSC».