Los dos históricos dirigentes ponen voz a la disolución de ETA; ella lo hace desde una prisión francesa y él, huido de la Justicia
03 may 2018 . Actualizado a las 17:27 h.Josu Ternera y Anboto, dos históricos etarras, ponen voz a la disolución de la banda terrorista. Ella lo hace desde una prisión francesa de Reau Sud Francilien y él, en un vídeo y con la cara descubierta, en un refugio donde huye de la Justicia española.
Josu Urrutikoetxea Bengoetxea comenzó a militar en ETA cuando era un adolescente, en 1970. Desde entonces participó en atracos, asaltos, atentados y robos de explosivos, incluidos los usados para matar en 1973 al entonces presidente del Gobierno franquista, Luis Carrero Blanco, una de las acciones etarras con más impacto.
ETA marcó también su vida privada: tanto dos de sus parejas como uno de sus hijos pasaron años en prisión como integrantes del grupo armado o colaboradores de Ternera.
Entró en la cúpula de la organización terrorista en los ochenta hasta suceder a Txomin como número uno de la banda en 1987, uno de los más sanguinarios de su historia. En junio de aquel año, colocó explosivos en un coche aparcado en el parking de un Hipercor, en Barcelona, matando a 21 personas e hiriendo a 45. Varios miembros de ETA le señalaron como autor intelectual del atentado.
Ese mismo año, la banda hacía estallar otra bomba en una casa cuartel de Zaragoza. Hubo 11 víctimas mortales, de las que 6 eran menores de edad. Dos años después de asumir el papel de número 1 de ETA, fue detenido en Bayona (Francia) en 1989 y condenado a diez años de prisión por la Justicia francesa, que lo entregó a España en 1996.
La Audiencia Nacional lo mantuvo preso por el sumario de Sokoa hasta que el Supremo ordenó su puesta en libertad el 14 de enero de 2000 al entender que por esos hechos ya había sido juzgado y condenado en Francia.
Estando en prisión fue elegido diputado en el Parlamento vasco por Euskal Herritarrok (EH) en 1998, incluso miembro de la comisión de Derechos Humanos de esa Cámara, y concejal en Ugao-Miravalles, su pueblo natal. El Tribunal Supremo elevó entonces otra de sus causas pendientes por el atentado de Zaragoza.
En lugar de presentarse a la cita de la Justicia, al ser imputado huyó en 2003 a Francia y desde entonces está en paradero desconocido, aunque su nombre sonó en diversos procesos de negociación y mantuvo su influencia incluso tras el cese de la violencia armada en 2011.
La dirección de ETA propuso a Ternera como negociador en las conversaciones de Argel en 1989 y en las de la tregua de 1998 pese a que en ambos casos estaba preso. También se le atribuye un papel importante en el alto el fuego permanente de 2006 y en 2013 se le ubicó en Oslo, junto a David Pla e Iratxe Sorzabal, buscando la mediación internacional hasta que fueron obligados a abandonar el país ante la falta de avances.
El terrorista vasco tiene hoy 67 años y podría padecer cáncer.
Anboto, la mujer que llegó más alto en ETA
Por su parte, Marixol Iparraguirre Guenechea, Anboto, aparece en el vídeo como «militante histórica» de ETA y presa. Se la considera exjefa de los comandos «legales» (no fichados) de ETA y la mujer que ha alcanzado un puesto más alto en la organización terrorista junto a la asesinada -por ETA- Dolores Catarain «Yoyes». También es una de las etarras con un historial más sanguinario.
Se la vincula con ETA desde 1981; con el comando Araba entre 1984 y 1987, período en el que se le atribuyen seis asesinatos, y con el también sangriento comando Madrid entre 1992 y 1993. La ficha policial de la época decía de ella: «Es elegante, con buena presencia, frecuenta ambientes selectos de la capital y viste ropa de calidad».
Tras la caída de la cúpula de ETA en Bidart, Anboto huyó a Francia y asumió el control de los «comandos legales» de la banda terrorista.
No fue detenida hasta el 3 de octubre de 2004, en una operación en la que cayó con su compañero sentimental y jefe del aparato político de ETA, Mikel Albisu, 'Antza', en una casa de Salis-de-Béarn en la que ambos vivían desde hacía años junto a su hijo.
En el momento de su detención, Iparraguirre era supuestamente la encargada de dirigir el aparto de extorsión de la banda terrorista.
Fue condenada junto a Mikel Antza a 20 años de cárcel por el Tribunal de lo Criminal de París el 17 de diciembre de 2010. El tribunal francés consideró a Antza jefe político y a Anboto responsable financiera de la organización terrorista ETA.
El 13 de abril de 2012 se conoció que fue uno de los seis presos de ETA elegidos por la dirección de la banda para llevar una hipotética negociación con los gobiernos de Francia y España.