El presidente gana tiempo y se escuda en casos «peores» de engaño en el currículo
14 abr 2018 . Actualizado a las 18:11 h.«No entiendo muy bien la posición de Ciudadanos en esta materia». Mariano Rajoy aplicó ayer su manual para casos de crisis internas. Estirar al máximo los tiempos, no permitir que nadie le marque lo que debe hacer, no comprometerse de manera personal y, sobre todo, no tomar ninguna decisión irreversible mientras no sea estrictamente necesario. Aunque la renuncia de Cristina Cifuentes se da por hecha, el goteo de casos de falsificación de currículos que están saliendo a la luz pueden prolongar la agonía, ya que hay un sector del PP que todavía tiene esperanzas de que el caso del máster presuntamente falsificado se salde sin necesidad de que presente la dimisión. En sus primeras declaraciones sobre el asunto tras su regreso de Argentina, el jefe del Ejecutivo tiró de ironía para relativizar la trascendencia política de este asunto a la luz de los nuevos casos conocidos. «Consejos vendo que para mí no tengo», señaló Rajoy al ser preguntado en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro de Dinamarca, Lars Lokke Rasmussen.
«No hay razón para romper»
Consciente de la importancia máxima que tiene para su partido el conservar la presidencia de Madrid, pero también de las demandas del PP para que no se ceda a las presiones de Ciudadanos, Rajoy parece haber dado un nuevo plazo de confianza a Cifuentes. Aseguró que «no existe ninguna razón para romper un acuerdo que se está cumpliendo», en referencia al pacto suscrito entre populares y naranjas, que incluye en su punto tercero la dimisión de todos los casos que hayan falseado su currículo.
El líder del PP sabe que cuenta al menos hasta el 7 de mayo para tomar una decisión sin que se consume la moción de censura anunciada por el PSOE. Y su intención es trabajar para convencer a los de Rivera de que los nuevos casos conocidos disminuyen la trascendencia de las irregularidades en el máster de Cifuentes. Lo que no tiene previsto es reunirse personalmente con la presidenta madrileña para expresarle su criterio sobre lo que debe hacer. De hecho, Rajoy y Cifuentes ni siquiera han hablado en los últimos días, a pesar de lo que se asegura desde el entorno de la presidenta de Madrid.
El tiempo transcurrido desde el origen de esta crisis ha permitido, sin embargo, que Rajoy construya al menos un relato que atempere las urgencias del PSOE y lo que considera contradicciones de Ciudadanos. «Ha dado sus explicaciones ante los medios y el Parlamento. La Universidad está tomando medidas para aclarar los errores que se hayan producido y averiguar hasta dónde llegan las responsabilidades», señaló sobre el máster de Cifuentes.
«Consejos vendo que para mí no tengo»
«A la vista de todos los datos que hemos ido conociendo en las últimas horas, yo diría que está muy en boga aquello que refleja el refranero español: consejos vendo que para mí no tengo». «Cada nuevo caso que vamos conociendo es peor que algunas de las cosas que están tan de actualidad en el día de hoy», señaló, escudándose, entre otros, en el caso del líder del PSOE madrileño, José Manuel Franco, que falseó su currículo durante ocho años con una inexistente licenciatura en Matemáticas. Ante ello, según dijo, «lo lógico es pedirle a todo el mundo un poco de coherencia entre sus declaraciones y sus hechos».
Las palabras de Rajoy han insuflado ánimos entre los partidarios y colaboradores de Cifuentes. Y más, después de que el ministro de Justicia, Rafael Catalá, apuntara ayer en otra dirección. «Empezamos con una declaración de ella que decía que yo tengo mis títulos, mis certificados y mis papeles, lo cual parecía muy razonable», señaló, pero ««luego sabemos que las firmas de ese papel están falsificadas y que se han corregido notas». «Creo que hay una serie de elementos que añaden incertidumbre, que ojalá se despejen cuanto antes porque no siendo este un asunto trascendental sí afecta a la credibilidad», señaló el titular de Justicia.
El PSOE evita confirmar a Franco, que falseó su expediente, como portavoz
El caso Cifuentes puede acabar pasando factura también al líder de los socialistas madrileños, José Manuel Franco, que sostuvo durante ocho años en su currículo que era licenciado en Matemáticas sin serlo. El PSOE, impulsor de la moción de censura contra Cifuentes, se plantea que no sea Franco quien ejerza como portavoz en el debate de la moción, si es que esta llega a celebrarse. El secretario de Organización socialista, José Luis Ábalos, no confirmó este extremo, pero indicó que será el Grupo Socialista en la Asamblea de Madrid, y no la ejecutiva federal, el que decida quién debe intervenir en representación del PSOE, dado que el actual portavoz, Ángel Gabilondo, participará como candidato alternativo a la presidencia de la Comunidad de Madrid, defendiendo su programa de Gobierno.
«Yo no creo que sea necesario falsear el currículo. ¿Si uno es diputado, para que lo quiere adornar más? Si es la carrera más complicada del mundo», explicó Ábalos, que señaló en todo caso que comparar el caso de Franco, licenciado en Derecho, con el de Cifuentes es como «usar pistolitas de agua frente a tanques». «Franco rectificó hace muchos años. Fuera intencionado o no, no provocó daño a terceros», como sí ha ocurrido, a juicio de Ábalos, con el caso de la presidenta madrileña Cristina Cifuentes, por su «empeño en mantener una mentira», que ha implicado la presunta falsificación de documentos públicos.