Erdogan pidió retomar el proceo de adhesión a la UE, pero el planteamiento de Bruselas era menos ambicioso
27 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El día elegido para el encuentro no fue el más adecuado porque coincidió con una jornada en la que el país anfitrión, Bulgaria, conmemora el Día de Tracia en recuerdo de los 250.000 búlgaros que huyeron de Tracia Oriental tras la Segunda Guerra de los Balcanes en 1913, en la que se enfrentó al Imperio Otomano, un asunto que todavía levanta ampollas en Ankara. Aún así, el presidente turco colocó las expectativas muy altas. Recep Tayyip Erdogan pidió retomar, nada menos, el suspendido proceso adhesión de su país a la UE.
«La pertenencia a la UE es todavía un objetivo estratégico», dijo antes de empezar el primer encuentro en diez meses con el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, y el del Consejo Donald Tusk. Turquía no permitirá que «ciertos círculos» impidan al país «ocupar su lugar como miembro pleno de la UE, respetado y con los mismos derechos», dijo sin explicitar a qué sectores se refería.
El planteamiento de Bruselas era menos ambicioso ya que quería centrar la agenda en asuntos puntuales como la erosión del Estado de Derecho desde el golpe de Estado fallido de julio de 2016, el controvertido pacto sobre los inmigrantes o la ofensiva turca contra milicianos kurdos en Siria. Al final, no hubo avances más allá de reconocer la necesidad de seguir hablando. «En términos de soluciones concretas, no conseguimos alcanzar ningún compromiso», declaró Tusk tras la cena de trabajo. Persisten las discrepancias sobre Siria y sobre los derechos humanos en Turquía, entre otras desavenencias, señaló.
Erdogan pidió mayor sentido de la justicia a la UE en temas que considera clave como la insistencia de Chipre en explorar sus yacimientos de gas, la lucha contra el terrorismo, la exención de visados y los fondos europeos destinados a los refugiados sirios. También se quejó de que las autoridades europeas no han entregado hasta la fecha más de 1.800 millones de euros de los previstos 3.000 destinados a los 3,5 millones de sirios refugiados en Turquía. Según Efe, Juncker le respondió que la transferencia se hace según las normas de control financiero, de obligado cumplimiento.
También sigue estancada la exención de visados que Ankara reclama con el argumento de que, «si se dieran pasos adelante, nos tranquilizaría mucho», dijo Erdogan. Bruselas condicionó la eliminación a la modificación de la por ahora muy amplia ley antiterrorista, una medida que Ankara se niega a acometer.