La compañía, que intentó vender sus activos a otras firmas, no ha podido superar el escándalo sexual de su fundador
26 feb 2018 . Actualizado a las 11:52 h.La compañía Weinstein Company, el estudio cofundado por el defenestrado productor Harvey Weinstein, declarará la bancarrota después del fracaso de las negociaciones para vender sus activos a los inversores que habían mostrado interés, según informó este lunes en su edición digital Los Angeles Times.
El rotativo, que cita el comunicado anoche del consejo directivo de la productora neoyorquina, indica que no fue posible cerrar un acuerdo con el grupo encabezado por Maria Contreras-Sweet, la que fuera responsable de la Administración de Pequeños Negocios entre el 2014 y el 2017 con el expresidente Barack Obama.
«Reconocemos que este es un resultado extremadamente perjudicial para nuestros empleados, acreedores y cualquier víctima, pero el consejo no tiene más opción que seguir por la única alternativa viable para sacar el mayor valor de lo que queda de la compañía: un ordenado proceso de bancarrota», afirma el mencionado comunicado.
La oferta apoyada por el multimillonario Ronald Burkle y el fondo Dallas de la firma de valores Lantern Asset Management hubiera proporcionado el control del estudio neoyorquino al consorcio encabezado por Contreras-Sweet mediante un acuerdo de unos 500 millones de dólares, añade el diario.
Pero el pacto no ha sido posible después de que el pasado 11 de febrero, el fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman, interpusiese una demanda de derechos civiles contra el productor, su hermano Robert y la empresa que dirigía, The Weinstein Company, tras una investigación por conducta sexual inapropiada.
Fruto de cuatro meses de pesquisas, la denuncia incluye nuevas alegaciones contra Weinstein, máximo responsable de su estudio de producción, respecto al «maltrato despiadado y explotador» que ejercía sobre sus empleados, así como testimonios de estos como víctimas de acoso sexual, intimidación y otras conductas.
El otrora poderoso productor fue acusado de acoso y asalto sexual por primera vez en dos reportajes a principios del pasado mes de octubre, tras los que decenas de mujeres se sumaron con nuevos testimonios contra él. Poco después, Schneiderman comenzó a investigar a The Weinstein Company.
La investigación, afirmó la fiscalía en un comunicado, «revela nuevos y atroces ejemplos de conducta sexual inapropiada de Harvey Weinstein», algunos de los cuales detalló específicamente, como la contratación de un grupo de empleadas cuyo «trabajo primario» era acompañarlo a eventos y «facilitarle» las «conquistas sexuales».
A pesar de las quejas recibidas por el departamento de recursos humanos de la firma y el «conocimiento generalizado» de la cúpula sobre la «persistente» conducta de Weinstein, los ejecutivos y el consejo de administración no tomaron «medidas significativas» para proteger a sus empleados o frenarlo, alegan los fiscales. «The Weinstein Company (TWC) quebró repetidamente las leyes de Nueva York al no proteger a sus empleados de un acoso sexual, una intimidación y una discriminación extendidos», afirmó Schneiderman, quien abogó por la compensación a las víctimas.