Solo el 40,8 % son partidarios de la independencia, 8 puntos menos que hace tres meses
24 feb 2018 . Actualizado a las 12:54 h.Hasta los independentistas comienzan a estar hartos de la situación de parálisis que hay en Cataluña. Es una de las grandes conclusiones que se desprende del barómetro elaborado por el Centre d’Estudis d’Opinió (CEO), el CIS catalán, organismo dependiente de la Generalitat, que este viernes publicó su último trabajo. En él se recoge que en tan solo tres meses el número de personas que desean que Cataluña se convierta en un Estado independiente se ha desplomado casi ocho puntos, pasando de un 48,7 % (cifra récord lograda en octubre del 2017) al 40,8 % actual. Mientras, el número de catalanes que no desean la independencia se dispara en más de diez puntos, desde el 43,6 % del anterior barómetro hasta el 53,9 % de ahora.
«Sorpasso» de ERC
El estudio fue elaborado entre el 10 y el 30 de enero, coincidiendo con el arranque de las negociaciones tras los resultados que depararon las elecciones autonómicas celebradas a finales del 2017, por lo que el hartazgo entre los independentistas podría ser todavía mayor ahora, dada la incapacidad que vienen demostrando las dos grandes formaciones secesionistas para alcanzar un acuerdo de investidura que permita desbloquear la situación. Dentro de este tira y afloja que mantienen Junts per Catalunya (JxCat) y ERC para imponer sus condiciones, la lista que saldría más dañada en caso de que se celebrasen unos nuevos comicios sería la encabezada por el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont.
Según se refleja en el CEO, Esquerra asestaría el sorpasso a su rival convirtiéndose en la fuerza más votada dentro del nacionalismo. Así, sumaría entre uno y tres escaños a los 32 con los que cuenta en el Parlamento catalán la actualidad. Todo lo contrario que JxCat. La huida de Puigdemont a Bruselas y su posterior empecinamiento en no dar un paso al lado que permita a otra persona presidir la Generalitat pasan factura a su lista, que cedería entre cuatro y seis escaños de los 34 de que dispone, quedándose en una horquilla de 29-31.
En el hipotético caso de que se volvieran a celebrar elecciones, un extremo que no se puede descartar por completo debido a las dificultades que surgen para investir un presidente, constantes y de muy diversa naturaleza, lo cierto es que apenas variaría el equilibrio de fuerzas. Los secesionistas conservarían la mayoría absoluta. Incluso podrían reforzarla ligeramente gracias al aumento en la intención de voto de la CUP, que podría duplicar sus cuatro representantes en la Cámara autonómica.
Triunfo de C's a la baja
En el bloque constitucionalista, Ciudadanos continuaría siendo la fuerza más votada en Cataluña, a pesar de que podría ceder entre uno y tres de sus 36 escaños. Algo similar pasaría con el PSC, que correría el riesgo de perder uno o dos de sus 17 diputados. La coalición Catalunya en Comú-Podem se quedaría igual, con ocho, mientras que el Partido Popular sufriría para defender sus cuatro representantes pelados.
Otro de los apartados en los que bucea el Centre d'Estudis d'Opinió pregunta por el nivel de autogobierno del que disfruta Cataluña. La gran mayoría (60,3 %) continúan apostando por lograr más competencias a costa del Estado, aunque también aquí se aprecia un considerable descenso respecto a la anterior oleada (64,6 %). Los que consideran que el nivel de autonomía es suficiente se mantienen (23,0 %). Mientras, el número de catalanes que creen que el nivel de autogobierno es «demasiado» experimenta un notable incremento, pasando de un 5,4 a un 8,5 %.
Valle-Inclán se cuela en el Consejo de Ministros
f. b.
El Gobierno considera lógico que los partidarios del independentismo en Cataluña sean cada vez menos. Íñigo Méndez de Vigo valoró este viernes en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros el último barómetro publicado por el CEO, en el que se recoge un importante descenso de los apoyos del secesionismo. El portavoz del Ejecutivo achacó este desplome al «valleinclanesco y esperpéntico» comportamiento de algunos de sus dirigentes. «No me sorprende. Lo último ha sido la señora Gabriel [Anna]. La líder de los anticapitalistas, en el país capitalista por excelencia», dijo, en relación con la reciente huida de la exdiputada de la CUP a Suiza para no atender la citación del Tribunal Supremo.
Méndez de Vigo también criticó la postura del expresidente de la Generalitat Artur Mas, que esta misma semana declaró ante el alto tribunal que la independencia aprobada por el Parlamento catalán a finales del pasado año había sido un acto «simbólico», cuestionándose si había merecido la pena mantener el desafío a lo largo de estos cinco años por algo metafórico.
Rajoy: «Es una buena noticia»
Rajoy, de viaje oficial en Bruselas, no presidió este viernes el Consejo de Ministros, pero desde la misma ciudad en la que se refugia Carles Puigdemont el presidente del Gobierno pidió que se proponga de una vez por todas un candidato a líder de la Generalitat «sin problemas judiciales» y que pueda ser investido.
El jefe del Ejecutivo insistió en que Puigdemont no puede ser este candidato, porque así lo ha resuelto recientemente el Tribunal Constitucional a instancias de un recurso presentado por el Ejecutivo, y lamentó que «por la situación de un señor» se encuentren siete millones de catalanes en un escenario de parálisis.
Por último, Rajoy también valoró brevemente los resultados del estudio elaborado por el Centre d’Estudis d’Opinió. «Es una buena noticia», se limitó a decir el presidente.
Convocado un pleno el 1 de marzo en el Parlamento catalán para abordar la investidura
El presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent, convocó para el próximo jueves 1 de marzo, a partir de las diez de la mañana, el pleno para debatir cuatro propuestas de resolución, tres de ellas para abordar el bloqueo de la investidura y la cuarta para «ratificar la confianza» en Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat. El debate de estas cuatro propuestas tendrá lugar de forma consecutiva y por orden de presentación ante el registro de la Cámara, por lo que la primera será la que han presentado los Comunes, seguida de la del PSC, la de JxCat y, la última, la de Ciudadanos.
Cada grupo proponente dispondrá de 15 minutos para exponer su respectiva iniciativa y, a continuación, los grupos que no han presentado propuestas propias tendrán siete minutos y medio para dar a conocer sus argumentos. La última de las propuestas que se votará es la que registró este viernes JxCat en solitario para «ratificar la confianza» en Carles Puigdemont como «presidente de la Generalitat» y en la que instan a «restaurar» la institución de la Presidencia tras la intervención y destitución del Govern por la aplicación del 155.
La iniciativa de Ciudadanos, en cambio, es para abordar «el desbloqueo de la situación de crisis institucional y política» en Cataluña. En la misma línea, la de Catalunya En Comú-Podem versa sobre «el restablecimiento del autogobierno, la soberanía del Parlament y el desbloqueo».
La cuenta atrás
La propuesta de resolución del PSC-Units reclama que se inicie el plazo de dos meses establecido para que tenga lugar la investidura del presidente de la Generalitat, y también que se rechace «cualquier propuesta unilateral».
El PPC presentó una quinta propuesta de resolución en la misma línea, aunque, por haberla registrado más tarde, no ha entrado en el orden del día del pleno. En la junta de portavoces celebrada este viernes se aprobó, además, un nuevo reparto de la ubicación de los escaños en el hemiciclo y un acuerdo para la composición de las comisiones mediante el sistema de restas mayores, lo que permitirá reproducir las mayorías que hay en la Cámara. La designación de senadores por parte del Parlamento catalán quedó excluida del próximo pleno, el primero que tendrá lugar tras las elecciones autonómicas, y quedará pendiente para el siguiente que se celebre.