El representante regional de la ONG británica, Simon Ticehurst, pidió disculpas el pasado lunes por lo ocurrido
22 feb 2018 . Actualizado a las 20:38 h.Haití suspendió este jueves las actividades de la organización británica Oxfam por dos meses, después de que se conociera que directivos y cooperantes de la ONG contrataron a prostitutas en el país tras el terremoto del 2010. Así lo confirmó una fuente del Ministerio de la Planificación y la Cooperación Externa, cuyo titular, Aviol Fleurant, se reunió el lunes con el representante regional de Oxfam, Simon Ticehurst, quien pidió disculpas por lo ocurrido.
Durante estos dos meses, dicho departamento realizará una investigación de manera institucional para tomar una decisión final sobre Oxfam, mientras que el Ministerio Público llevará a cabo otra de manera independiente, agregó la misma fuente. El ministro de Relaciones Exteriores de Haití, Antonio Rodriguez, anunció el pasado 15 de febrero que el Gobierno investigará las revelaciones de que directivos y cooperantes de la organización Oxfam contrataron prostitutas en esa nación. El alto cargo dijo que aunque Oxfam es un socio del Gobierno, hay que respetar la ley». «Nosotros tenemos que defender el interés de los haitianos».
El presidente haitiano, Jovenel Moise, valoró la semana pasada en Twitter que lo sucedido con Oxfam en Haití «es una violación extremadamente grave de la dignidad humana». En su primera reacción sobre lo sucedido, el mandatario refirió que «no hay nada más escandaloso y deshonesto que un depredador sexual que utiliza su posición como parte de la respuesta humanitaria a un desastre natural para explotar a las personas necesitadas en sus momentos de mayor vulnerabilidad».
El escándalo de Oxfam, fue destapado por el diario The Times y desde entonces han renunciado y despedido a algunos de sus más altos directivos. Las autoridades del Reino Unido también han abierto una investigación sobre cómo Oxfam gestionó el escándalo sexual en el que participaron en el 2011 algunos de sus trabajadores en Haití.
En enero del 2010, Haití, el país más pobre de América, fue asolado por un potente terremoto que dejó unos 300.000 muertos, igual cantidad de heridos y 1,5 millones de damnificados.