El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, publicó un tuit agradeciendo «la iniciativa» de la cantante gallega por la versión en la que «la inmensa mayoría de los españoles nos sentimos representados»
19 feb 2018 . Actualizado a las 10:04 h.Marta Sánchez puso el broche final a su concierto en La Zarzuela con nada más y nada menos que su particular versión del himno de España. Vestida con un traje rojo, despertó los aplausos de los allí presentes. «Vuelvo a casa, a mi amada tierra, la que vio nacer mi corazón aquí. Yo te canto para decirte cuanto orgullo hay en mí...», con estos primeros compases, el público que había asistido al repaso de sus treinta años de carrera, aplaudía y aplaudía sin parar.
Acompañada con un piano y con un vestido rojo, interpretó el himno de España con una letra que ella misma había compuesto. «Grande España, a Dios le doy las gracias por nacer aquí, honrarte hasta el fin. Como tu hija llevaré ese honor, llenar cada rincón con tus rayos de sol. Y si algún día no puedo volver, guardame un sitio para descansar al fin», continúa la letra.
En un escenario iluminado con luces rojas y amarillas y con las entradas para el concierto agotadas desde hace meses, Marta Sánchez hizo vibrar a todos los allí presentes. Y a los que no estaban también, hasta el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no dudó en publicar un tuit afirmando que, con esta versión «la inmensa mayoría de los españoles nos sentimos representados».
El vídeo también ha recibido elogios de otros representantes políticos. «¡Qué grande eres Marta Sánchez!», ha exclamado el portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Juan Carlos Girauta, también desde Twitter.
El presidente del partido, Albert Rivera, ha calificado la actuación de «valiente y emocionante» con otro mensaje en la red social.
Por su parte, la vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy, ha aplaudido que Marta Sánchez le haya puesto letra al himno de España con «valerosa y magna voz», mientras Rosa Díez, fundadora de UPyD, considera el gesto de la cantante como un gesto de que «la España constitucional se despereza».