María Escoté: «El espectador va a aprender a hacerse una falda o a transformar una prenda»

Beatriz Pallas REDACCIÓN / LA VOZ

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María Escote, con un vestido de su última colección
María Escote, con un vestido de su última colección TVE

La diseñadora será, con Lorenzo Caprile y Palomo Spain, jueza de «Maestros de la costura», que hoy estrena La 1

12 feb 2018 . Actualizado a las 13:02 h.

La diseñadora María Escoté abrió hace dos semanas la Madrid Fashion Week con una revisión futurista de la década de los sesenta. Desde hace seis años trabaja con la inmediatez de poner a la venta sus colecciones en el mismo momento en que se presentan en la pasarela. Esta noche (22.30 horas) afronta, junto con Lorenzo Caprile y Palomo Spain, el reto de convertirse en jueza de Maestros de la costura, un nuevo concurso de talentos de los creadores de MasterChef que arranca en La 1, presentado por Raquel Sánchez Silva. Doce aspirantes se afanarán por dibujar patrones, copiar diseños de alta costura y reconvertir prendas usando su creatividad. El ganador conseguirá 50.000 euros en metálico y sacará a la venta una colección con sus creaciones. 

-¿Con qué objetivo se suma a este proyecto de llevar la moda a la televisión?

-Fue un proyecto que me pareció apasionante. Me gusta hacer cosas nuevas, atreverme a afrontar retos y me pareció una oportunidad maravillosa. En ningún momento lo he sentido como si estuviera en un programa, sino que siempre lo viví como si estuviese trabajando en mi taller. Hacer algo nuevo en televisión tan relacionado con mi profesión me hacía ilusión.

-¿Qué aportará el programa al mundo de la moda?

-Puede enseñar a la gente el trabajo y el esfuerzo que hay detrás de este mundo. Estamos acostumbrados a ver las pasarelas, los editoriales de moda, la parte bonita, pero no se sabe el esfuerzo que existe. Nos gustaría que se viese ese trabajo para valorar la profesión y las prendas. Vivimos muy deprisa, lo queremos todo al instante, compramos prendas baratísimas que nos ponemos solo un día... Creo que estamos en el momento de volver a apreciar estos oficios artesanos. Queremos volver a cuidar las prendas, saber que para hacer una camisa hacen falta ochenta pasos.

-A las pruebas de selección del programa se presentaron 10.000 personas. ¿Sabía que existía tanta afición por la costura?

-A raíz del programa, mucha gente se ha acercado a decirme que le encanta coser. En muchos casos, gente de la que no me lo esperaba. Ver que existe ese hobby, esa afición por la costura, que es algo que pensábamos que se estaba perdiendo, me ha hecho mucha ilusión.

-La comparación del programa con «MasterChef» es inevitable. Así como los emplatados y el cocinado han resultado ser muy atractivos para el espectador, ¿será igual de televisivo el corte y confección?

-Es cierto que al principio me costaba entender cómo iba a ser el programa, porque sí es inevitable la comparación. Pero ahora que lo he visto, es igual de apetecible y el público va a poder aprender muchas cosas. Yo, que he estudiado moda y corte y confección y que he estado en un taller, he visto que aprender con el programa es muy fácil. La gente en casa va a saber cómo hacerse una falda, un chaleco o una camisa y cómo transformar una prenda. Shine Iberia [la productora] lo ha hecho de forma que es muy estético y bonito.

-Una de las cosas que transmite «MasterChef» es la tensión máxima de una cocina profesional. ¿Es la misma que la de un taller de costura?

-La misma o más. La verdad es que lo pasamos fatal. Acabamos de desfilar en la Mercedes Benz Fashion Week y, en los días anteriores, teníamos en el taller colchones hinchables para dormir porque no llegábamos a tiempo. En los talleres hay mucha pasión, mucho amor, muchos nervios, lloros, discusiones, risas, alegrías... Y eso en el programa lo vamos a ver tal cual es. Creo que tanto los jueces como Raquel [Sánchez Silva] y los aprendices hemos vivido todos la realidad de un taller.

-¿Qué retos o pruebas van a sorprender más al público?

-Lo más bonito va a ser la evolución de los participantes, ver sus primeras prendas y, más adelante, las de los cinco o seis finalistas. Cómo cosen, las pruebas que hacen, las prendas que acaban, lo difícil que se lo ponemos. Esa evolución es lo que más me ha gustado ver.

-¿Quién hará el papel de bueno y el de malo en este trío de jueces?

-Aquí no hay ningún papel. Es verdad que estamos juzgando y ser juez no es nada fácil, pero cada uno ha sido como es en realidad y simplemente se va a ver la personalidad que tenemos cada uno. Caprile, por ejemplo, es una persona exigente sobre todo con la parte técnica; puede parecer un poco gruñón, pero luego es como un peluche y siempre ha querido ayudar a los concursantes. Yo puedo ser simpática y abierta, pero a la hora de trabajar soy muy exigente y seria. Y Palomo tiene ese punto bohemio, pero también es muy exigente para la edad que tiene. No ha habido ningún papel, simplemente ha habido momentos en que uno ha recalcado más la parte técnica; otros en que yo he valorado más creatividad...