Aunque populares y socialistas siguen en cabeza, el partido de Albert Rivera, que es el líder mejor valorado, se sitúa ya tercero y es además la opción preferida en las zonas urbanas
06 feb 2018 . Actualizado a las 01:16 h.Falta casi año y medio para las próximas elecciones -europeas y municipales más autonómicas en las comunidades no históricas- y, en teoría, dos años y medio para las próximas legislativas, pero los partidos están ya en modo electoral. Unos por unas razones, otros por las contrarias, los resultados del 21 de diciembre en Cataluña han agitado el tablero. Y el principal beneficiado ha sido Ciudadanos, que, impulsado por la ola catalana, supera ya a Unidos Podemos en intención de voto y se acerca al PP y al PSOE, aunque los dos partidos mayoritarios aún mantienen un margen sobre los emergentes. Un margen que, ciertamente, se va estrechando barómetro a barómetro del CIS.
Después de conseguir ser el primer partido no nacionalista que gana unas elecciones autonómicas en Cataluña, Ciudadanos mejora 3,2 puntos respecto al barómetro de octubre y se coloca por primera vez como tercera fuerza política del mapa electoral español. Y no solo eso. Es la segunda formación en intención directa de voto, dos décimas por debajo del PSOE (el primer partido en voto expresado por los encuestados) y otro tanto por delante del PP, que, tras las correcciones que introduce el CIS en el análisis de los datos, la conocida cocina, se mantiene como primera fuerza política. No obstante, los populares prosiguen con su continuado declive (1,7 puntos menos que tres meses antes y 6,7 puntos menos que en las elecciones del 2016).
PP y PSOE, como estaban
La única buena noticia para el PP es que mantienen la distancia respecto al PSOE de Pedro Sánchez, que parece haber frenado el impulso que supuso su victoria en las primarias de la primavera pasada. Después de varios barómetros de crecimiento, los socialistas vuelven a caer en intención de voto (1,1 puntos respecto a octubre, aunque suban 0,5 puntos respecto a los comicios de junio del 2015). La cúpula del partido se aferra a que han mejorado cinco puntos desde la vuelta de Pedro Sánchez a la secretaría general, pero el hecho cierto es que los socialistas, pese al evidente desgaste del Gobierno y del PP, no consiguen recortar la distancia respecto de los populares por debajo de los tres puntos.
Es más, la mejoría de los últimos meses se basaba fundamentalmente en la recuperación de parte del electorado que se había fugado hacia Podemos. Sin embargo, la caída del conglomerado que encabeza Pablo Iglesias parece haberse frenado, al menos momentáneamente, ya que recupera medio punto respecto al barómetro de octubre. En cualquier caso, muy lejos de las expectativas de hace un par de años, cuando aspiraban a convertirse en la primera fuerza de la izquierda y competir directamente con el PP.
Los focos están puestos ahora sobre Ciudadanos. En año y medio ha crecido 7,7 puntos, un incremento solo comparable con el momento de irrupción de las dos nuevas fuerzas políticas. Es casi equivalente a la caída del PP, su principal caladero de electores. Pero no el único. Un 15 % de los antiguos votantes populares están dispuestos a apoyar ahora a Ciudadanos. Una tasa en crecimiento, ya que hace tres meses era de solo un 10 %. Pero, además, el partido de Rivera roba electores al PSOE (5,9 %) y a Unidos Podemos (5,2 %). Paralelamente, es la fuerza con mayor fidelidad de voto (82,7 %), casi veinte puntos más que PP, PSOE y Unidos Podemos, que solo retienen a un 59,5 % de sus votantes.
Ciudadanos es, además, la primera fuerza política en las ciudades de más de 50.000 habitantes, con mayor diferencia sobre la segunda formación a medida que aumenta el tamaño del hábitat. Este hecho muestra lo importante que es para C’s avanzar en una reforma del sistema electoral, que le perjudica considerablemente, ya que prima las circunscripciones pequeñas en detrimento de las más pobladas.
Malestar con Rajoy e Iglesias
Y, para finalizar, Albert Rivera es el líder más valorado, aunque ninguno de ellos, ni de los miembros del Gobierno, consigue el aprobado. Mala es la situación de Rajoy, en quien ni siquiera confían uno de cada tres votantes del PP. Y peor aún la de Pablo Iglesias, que no solo es el dirigente de partido peor valorado, sino que incluso va perdiendo progresivamente la confianza de sus propios votantes, que le dan una puntuación de 5,49, frente al 5,75 que sacó en octubre, y el 6,33 que registraba hace tan solo un año.
Un 13 % de los votantes de En Marea darían ahora su apoyo a los socialistas
Mientras Unidos Podemos se recupera ligeramente respecto al barómetro de octubre, En Marea sigue atascada en el 1,3 % de los votos que el CIS le atribuía en su barómetro de octubre, la misma proporción que tres meses antes. Se mantienen, en consecuencia, las tres décimas que ha perdido en relación con las elecciones de junio del 2015. La fidelidad de voto es incluso mayor que la de Unidos Podemos, ya que solo el 56,5 % de quienes declaran haber depositado su voto en favor de En Marea en el 2015 volverían a hacerlo ahora. La principal fuga de electores se daría hacia el PSOE, ya que los socialistas recibirían el apoyo de un 13 % de quienes hace año y medio votaron a En Marea. El único consuelo que les queda es que un 21,7 % de sus electores aún no han decidido su voto.