Junts per Catalunya y ERC discrepan sobre quién debe ser presidente si Puigdemont se queda en Bruselas
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El partido de Junqueras aumenta la presión sobre Puigdemont para que asuma su compromiso de volver
24 dic 2017 . Actualizado a las 20:53 h.La resistencia de Puigdemont a volver de Bruselas y la posibilidad de que Junqueras pueda salir de prisión tras su nueva comparecencia ante el juez han abierto la caja de Pandora en las filas independentistas. ¿Quién debería ser entonces investido presidente? Tanto Junts per Catalunya como ERC lo tienen claro, pero su respuesta a esta simple pregunta no es la misma.
El número cuatro de la lista de Junts per Catalunya, Jordi Turull, y el número cinco de la candidatura de ERC, Carles Mundó han dejado claro estas discrepancias durante una entrevista en TV3. Mundó ha defendido que, en el caso de que Carles Puigdemont se quede en Bruselas para evitar la prisión y Oriol Junqueras salga de la cárcel, éste último debe ser investido presidente «porque encaja en la idea de gobierno legítimo que se ha planteado en todo momento». No obstante, ha añadido que le sorprendería que Puigdemont no volviera a Cataluña porque se comprometió con los electores a hacerlo si ganaba las elecciones.
Esta propuesta no fue asumida por Turull, miembro de la candidatura de Puigdemont, que prefirió tirar balones fuero asegurando que «gastar energías con otras hipótesis que no sea la que tenemos nosotros es entrar en un relato de la rendición en el que no queremos entrar».
Coincidiendo con estas primeras discrepancias en público tras el 21D, el partido de Puigdemont, igual como muestra de buena fe hacia los de Junqueras, ha confirmado su apoyo a que Carme Forcadell siga como presidenta del Parlament. La idea de JuntsxCat es que Forcadell y el resto de miembros de la Mesa de la Cámara vuelvan a repetir su cargo en la próxima legislatura, una medida que encuadran dentro de su propósito de «restituir todas las instituciones legítimas catalanas» previas a la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Por ello, no se plantean otra posibilidad que no sea votar a Forcadell como presidenta del Parlament y mantener a los miembros de la Mesa que hayan salido electos como diputados en las elecciones del jueves.
Mientras, el Gobierno confía en que, si los independentistas logran ponerse de acuerdo para elegir al presidente de la Generalitat, éste, más allá de sus discursos, demuestre con hechos que acata la legalidad, pero, si no es así, garantiza que «no le temblará el pulso» para volver a restituirla. Fuentes del Gobierno han confirmado a Efe que, permaneciendo en Bruselas, Puigdemont nunca podrá ser investido y se limitan a remitir a la decisión judicial que se adoptará en su caso si el expresident decide regresar a España, es detenido y depende de un juez que pueda acudir o no a una sesión de investidura. Lo que el Ejecutivo recalca es que tanto Junts per Catalunya como ERC sabían a la hora de hacer sus listas electorales la situación procesal en que se encontraban Puigdemont, Oriol Junqueras y otros exconsejeros catalanes que permanecen en prisión o fuera de España.
«Aún no hemos sobrepasado el 50 % del voto»
La exconsellera de Enseñanza de la Generalitat y diputada electa por JxCat, Clara Ponsatí, ha recordado que los independentistas no han conseguido «sobrepasar» el 50 % de los votos, por lo que opina que «la ratificación de la declaración no ha llegado aún» y pide «pensar bien y escuchar mucho».
Ponsatí, que se marchó a Bruselas junto a Carles Puigdemont y otros consellers, ha escrito en su cuenta de twitter: «Aún no hemos sobrepasado el 50 % del voto y esto nos obliga a ser honestos: la ratificación de la declaración no ha llegado aún. Mientras tanto, sin embargo, ya podemos restablecer el gobierno de las instituciones en casa».
El comentario ha recibido algunas críticas en las redes sociales, por lo que la exconsellera y número 3 de Junts per Catalunya ha aclarado que se trata de una cita de un artículo del catedrático de la Universidad de Princeton y director del Grupo de Investigación sobre Instituciones y Política Económica de la Universidad de Barcelona, Carles Boix, que ella ha reproducido. «El jueves ganamos los republicanos pese a todas las amenazas y condicionantes. Ahora hemos de pensar bien y escuchar mucho», ha subrayado la diputada electa residente en Bruselas.
Puigdemont se resiste a volver
El expresidente dice ahora que para su objetivo es mejor estar en Bruselas que en la cárcel, mientras que sus socios de ERC le instan a regresar, «que es lo que habría hecho Francesc Macià»
T.N.
La estrategia de Junts per Catalunya pasa por intentar formar un frente independentista en el Gobierno catalán y, en paralelo, hacer el máximo ruido internacional con el argumento de la anomalía que, según ellos, supone que quienes son elegidos en las urnas no puedan ocupar sus cargos públicos. «Si no se me permite jurar como presidente, sería una anormalidad importante para el sistema democrático español», argumentó en la entrevista a Reuters. Es un paso más en su campaña de victimización, obviando que su futuro político es ajeno al judicial, que está exclusivamente en manos del Tribunal Supremo, no del Gobierno.
Y mientras deshoja la margarita, Puigdemont pretende asegurarse el respaldo de ERC y la CUP para formar un Gobierno de integración. De esta forma, se garantiza que no haya cismas en el independentismo y que pueda delegar la presidencia en una persona de su confianza, que podría ser Elsa Artadi, jefa de campaña de Junts per Catalunya, aunque ella se apresurara ayer a descartarse. El objetivo, constituir un bloque monolítico que le permita a él dirigir la política catalana desde Bruselas, eludiendo así la prisión y, al mismo tiempo, prosiguiendo con la internalización de la crisis catalana con el ánimo de que los Gobiernos europeos acaben presionando a Rajoy para que acepte un diálogo en unos términos que acaben desembocando en un referendo pactado.
Pero su estrategia de momento no ha cuajado. En ERC no parecen dispuestos a darle el cheque en blanco que reclama. La respuesta del portavoz republicano en el Congreso, Joan Tardà, fue contundente y muy clarificadora. En un tuit dirigido a Puigdemont, dice: «Le esperamos para que comande la Generalitat conjuntamente con el vicepresidente Junqueras. No tenga ninguna duda de que es lo que habría hecho Francesc Macià».