Meghan revoluciona a la familia real británica

Rita Álvarez Tudela, Noelia Silvosa

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¿LA NUEVA LADY DI? Todavía es pronto para saberlo, pero si hay algo que se le deba reconocer a Meghan Markle es su capacidad para meterse en el bolsillo a toda la sociedad británica, incluida la reina madre. Tanto es así que compartirán cena en Navidades... ¡y sin estar casados! Cómo hemos cambiado... Sigue aquí toda la información de la boda del príncipe Harry y Meghan Markle

09 dic 2017 . Actualizado a las 13:46 h.

Quién le iba a decir a Isabel II que este año se comería las uvas en Sandringham House con la novia de Enrique, sin ni siquiera estar aún casada con su nieto y, lo que es más importante, sin atragantarse. Al contrario, la reina madre se tragará encantada de la vida sus propias -y regias- normas. La revolución Meghan es tal que la casa real británica va a saltarse gustosamente el protocolo. También los novios se lo saltaron con respecto al compromiso de Guillermo y Catalina. Frente a esta tradicional pedida de mano oficial, la de Enrique y Meghan fue menos real, sí, pero mucho más natural. Entre horneo y horneo -él estaba asando el pollo para cenar en casa- hincó rodilla. «El sí fue instantáneo», reveló Enrique después. Casi tanto como el que la sociedad británica le dio a su prometida en cuanto trascendió la noticia.

La pareja apareció de la mano y vestidos a juego con abrigos azul marino, mientras el público gritaba «Meghan, Meghan, Meghan» en la calle. De inmediato, la foto les llevó a protagonizar las portadas de los tabloides británicos con comentarios que han empezado siendo muy favorables para la nueva pareja de moda. Unos alabaron que «no pierden el tiempo en aceptar compromisos oficiales» ni en presentarse juntos a las masas, mientras que otros explicaron cómo la elegante actriz de la serie Suits se negó a hacer selfis, por orden expresa del palacio de Buckingham.

SONRIENTE Y SIN GUANTES

Pese al frío, Meghan no llevaba guantes para protegerse las manos, lo que permitió a los curiosos ver de cerca su anillo de compromiso, diseñado por el propio príncipe Enrique. Los presentes, muchos de ellos estudiantes de la universidad de Nottingham, describieron a la nueva pareja real como «muy natural y muy dulce». Para la comentarista de moda Joely Chilcott, podría tratarse solo de su primer compromiso real, pero el efecto Meghan «ya está en marcha». De hecho, definió su estilo como «elegante, moderno y perfecto para la princesa», con el que realmente llamó la atención en los apenas 11 minutos que duró su estelar aparición.

La pareja no solo encandila a los más jóvenes, sino también a otras generaciones de monárquicos que defienden que tanto Enrique como su hermano Guillermo han conseguido acercar la monarquía a los nuevos ingleses, que durante años parecían cansados del estilo y las historias de Carlos y Camila.

Tras semanas rumoreándose el compromiso, cuando el príncipe Enrique hizo oficial el anuncio de boda, estaba claro que iba a ser una princesa muy «diferente». La joven no solo es activista y está divorciada, sino que se convierte en la primera persona mestiza dentro de la Familia Real británica. La BBC hizo una información en la que recopilaba un listado de parejas interraciales y los retos a los que se enfrentan como «una verdadera representación de la sociedad». Lo cierto es que según la Oficina Nacional de Estadísticas, una de cada diez parejas británicas es ahora mixta. El diario vespertino gratuito Metro afirmó cómo el compromiso suponía «un gran día para las parejas interraciales» y cómo Meghan se convierte en un modelo a seguir para cada niña no blanca de la isla. Sin ir más lejos, ella misma reconoció en una entrevista que nunca supo si marcar «negra» o «blanca» al completar un formulario de diversidad, por lo que dejó la casilla varias veces sin cubrir. Un testimonio tan real como necesario para quienes, como ella, están cansados de etiquetarse. Más allá de los estereotipos, lo cierto es que las comparaciones entre Meghan y Catalina no han hecho más que empezar, y muchos se preguntan si la duquesa de Cambridge se siente ensombrecida con el protagonismo de su futura cuñada.

¿RIVAL PARA CATALINA?

Su primera reacción fue la de mostrarse «absolutamente encantada», pero algunos dicen que usó un lenguaje un tanto forzado y que parece cansada desde que se conociese el embarazo del que será su tercer hijo (algo natural, duelos entre cuñadas aparte). La que parece que ha abierto de par en par las puertas del palacio de Buckingham a Meghan es, de nuevo, la reina Isabel II, seguramente contenta de ver feliz al príncipe Enrique tras una infancia difícil por la inesperada muerte de su madre. «Ella hubiese saltado de alegría si hubiese conocido a Meghan», dijo el príncipe. Es posible que sí.