«No fue una entrevista, fue un interrogatorio», lamentó el presidente de Venezuela tras hablar con el equipo de «Salvados». Fueron cien preguntas; 98 con «veneno», dijo el mandatario. El programa se reservó lo mejor para su segunda entrega, que emitirá esta noche a las 21.20 horas
19 nov 2017 . Actualizado a las 17:19 h.«Le faltó darme cachetadas, pegarme -se quejó, resentido, Maduro tras la charla con Évole de la que la Sexta emitió el domingo pasado, 12 de noviembre, solo la primera parte-. Me hizo cien preguntas, 98 con veneno y dos medio suavecitas para disimular. Y yo dejé que fluyera el veneno». El presidente venezolano se prestó a ser entrevistado para Salvados seguramente sin saber bien cómo se las gasta el de la Sexta. «No fue una entrevista, eso fue un interrogatorio (...) Montó las luces como si yo estuviera en Guantánamo y él estuviera con cables de electricidad», protestó luego.
El grado de popularidad de Nicolás Maduro ronda en Venezuela el 23 %. Explicó el bajo porcentaje de forma clara y concisa, al arrancar el programa de este domingo, la periodista Alicia Hernández, que firma informaciones del país para medios de todo el mundo: «No es Hugo Chávez. Tiene una sombra muy grande detrás de él». Venezuela, añadió en su fugaz aparición, es un tema estrella en España. Desde esta orilla del Atlántico se reclaman temas especialmente sensacionalistas. «Pero no tratan de entender qué pasa aquí», lamentó. El interés por Venezuela en España coincide, apuntó, con la irrupción de Podemos.
Para eso mismo, para saber y comprender qué sucede en Venezuela, Jordi Évole y el equipo de Salvados se trasladó hace unas semanas a Caracas y pasó allí unos días. Se citó con el presidente y, tras 30 horas de espera, se sentó a charlar tranquilamente con él. Pero antes lo hizo con los ciudadanos. En la calle, en el bar. Las opiniones, y los argumentos recogidos por el programa fueron diversos. Especialmente preocupante parece la situación económica: «No es posible que en un país necesites 25 billetes para comprar un caramelo, un plato de comida». «Es el proyecto que dejó el comandante, alguien tiene que solucionar esto, por eso lo voto». «Es un mandatario ineficiente». «La gente cree que aquí hay una dictadura, pero no la hay». Conversó Évole con un grupo de hombres y quiso saber qué le contestarían ellos a Maduro, mensajes que, posteriormente, durante su entrevista, le fue dejando caer. «Que está muy bien el proyecto, pero es ineficiente», apuntó uno. «¿Y tú no has cometido ningún error?», dijo otro. «¿Qué país y qué proceso revolucionario puede avanzar con estas características?», sintió un tercero.
Puesto en contexto el espectador, Salvados se enfrentó cara a cara con Maduro. Arrancó directamente cuestionando su modelo económico. «¿Cuánto cuesta una docena de huevos?», lanzó al aire Évole al poco de comenzar. «Según la semana», respondió el presidente venezolano. «Un 5 % del sueldo de un ciudadano», precisó, apretando, Évole. «Se impuso un modelo del capitalismo rentista petrolero y el país se construyó con una economía parásita, todavía dependemos del petróleo», explicó entonces Maduro, confiado en que en unos años la situación haya cambiado.
«¿Hay gente en Venezuela que pasa hambre?», quiso saber a continuación el de la Sexta, deslizando datos de Cáritas que Maduro puso en cuestión. Insistió, del mismo modo, con los ciudadanos que necesitan medicamentos y que no tienen la posibilidad de acceder a ellos. «¿Por qué esta hipersensibilidad con Venezuela de los medios españoles no es la misma que con los problemas españoles?», reflexionó el venezolano tras encajar las preguntas del catalán para, enseguida, echar la culpa a la «amenaza internacional». «¿Qué estás tratando de hacer Jordi? Lo que haces es validar en la calle con testimonios la visión de Venezuela que tienes en tu país».
Insistió Maduro durante su encuentro con Évole -lanzando alguna que otra alusión a Rajoy- en que desde fuera solo se ve lo malo, en que desde España se identifica bien la paja en el ojo ajeno sin reparar en la viga en el propio. «¿Por qué cree que los venezolanos tienen la sensacion de que su administración es corrupta?», cambió de tercio Évole. «Es un tema muy serio -argumentó el cuestionado-. Ha habido, en todos estos años de guerra económica, un aflojamiento de los resortes éticos y morales de mucha gente que ha tenido y tiene responsabilidades y posiciones de poder, algunos que en su momento fueron de mi confianza». «¿A usted lo han tentado?» «Nunca», respondió rotundamente.
La economía es el principal problema de Venezuela, cree Maduro. Y así lo reconoció frente al periodista de la Sexta a la hora de hacer autocrítica. ¿Se considera un dictador? ¿Qué es para él una dictadura? «Una dictadura es llegar en 1492 a quitarle las tierras a los indios, traer a negros de África y convertirlos en esclavo, negarle el acceso a la educación en este siglo a la gente, negarle la libertad de expresión», discurrió. «Una dictadura es la negación de la capacidad d ellos pueblos para ejercer su voluntad», acabó teorizando. «Presidente, ¿y hay presos políticos?», disparó Évole. «Hay políticos que están en la cárcel, pero no por promover una idea, sino porque violaron las leyes, que han cometido delitos y han sido juzgados», respondió el mandatario, de nuevo cuestionando las fuentes de su interlocutor (y ya van tres: Cáritas, Trasparencia Internacional y Foro Penal Venezolano). Y evocando a Cataluña.
Llegó entonces el momento de hablar de Leopoldo López. «Quiero que pague, pero lamento que haya provocado heridos y muertos, y haya intentado públicamente derrocar el Gobierno legítimo después de haber pasado por un proceso electoral en el que él había conseguido buenos resultados», opinó Nicolás Maduro.
Turno de Évole: «Me habla del golpe de Estado de Leopoldo López, pero usted cada año conmemora el golpe de Estado del 92 de Chávez. ¿Hay golpes buenos y golpes malos?». «Son dos cosas distintas, en la tradición latinoamericana, los golpes son promovidos por las élites, desde EE.UU., para tomar el poder del grupo económico. Lo que pasó en 1992 fue excepcional, fue una insurrección militar bolivariana. Pero sobre ese proceso, Chávez ya dijo que nunca más habría violencia», respondió el venezolano.
No pudo Salvados condensar en una hora de programa todo su diálogo con Maduro. Emitirá el resto -el «veneno» que se guardó en es entrega- esta noche, a las 21.20 horas. El aguijón lo vimos en el avance: «¿Usted reconoce la república independiente de Cataluña?».