El sector hotelero confirma su preocupación ante el impacto negativo del 1-0. La Mesa del Turismo apunta que se está creando la imagen de España como destino inseguro
05 oct 2017 . Actualizado a las 17:10 h.Directivos de cadenas hoteleras que operan en Cataluña han confirmado que desde el 1-O y por los sucesos posteriores hay un «impacto negativo» en sus negocios y una «caída» en las reservas. El vicepresidente de Hoteles Meliá, Alfonso del Poyo, ha confirmado que en sus 11 establecimientos en Cataluña -al margen de los dos del Pirineo- se ha detectado ya una «relevante caída de la demanda».
Del Poyo, uno de los diez ponentes del «Gran Debate Hotelero» celebrado hoy en Madrid, ha añadido que algunas de las anulaciones han tenido «cierto calado» y ha definido la situación como «preocupante».
El directivo de Meliá ha revelado que, al habla con otros hoteleros, están «detectando lo mismo» en sus respectivos negocios, «algunos con caídas brutales».
El director general de Ilunion, José Ángel Preciados, ha vaticinado a EFE que cuando acaben los conflictos en Cataluña «se va a ver una caída brutal» en el sector. Preciados ha dicho que han tenido «suerte». En sus cuatro hoteles de Barcelona se registra «el mismo nivel de ocupación gracias a los informadores de todo el mundo» que han llegado a la capital. Ha explicado que esta afluencia de periodistas «compensa una serie de cancelaciones» de grupos y agencias de viajes nacionales.
El directivo de Ilunion, de la Fundación ONCE, ha asegurado que hay hoteles que de una ocupación completa han pasado al 20 % «hoy mismo». Con un concepto de los sucesos del 1-O igualmente «negativo para el negocio» se ha expresado hoy el consejero delegado (CEO) de B&B Hoteles, Jairo González, tras su exposición en el debate. Ha opinado que «de la tensión en la calle se resiente el turismo» y que el viajero que «viene a pasarlo bien le da miedo meterse en un follón».
El CEO de B&B Hoteles, definido por la cadena como baratos, ha confirmado que en sus establecimientos «hay anulaciones y enfriamiento de reservas a futuro», y que desde el pasado domingo «está empezando a haber una dinámica de bola de nieve».
De los directivos consultados solamente el jefe de Expansión de Catalonia Hoteles, Federico Holzmann, ha admitido que en sus establecimientos el 1-O no ha afectado «de forma grave» y que «de momento» no hay cancelaciones. No obstante, el directivo de la cadena barcelonesa -líder de la oferta en la Ciudad Condal con 3.000 habitaciones- ha indicado que septiembre y octubre son meses de ferias y eventos cuyo tipo de cliente no cancela.
El director de negocio de Iberostar, Francisco Alberti, ha apuntado antes de su intervención en el debate organizado por el Grupo Vía que los sucesos tras el 1-O «van a afectar a corto plazo» a Barcelona. El directivo de Iberostar, que en diciembre inaugurará su primer hotel en Cataluña, ha señalado que si la situación de conflicto se enquista y hay una «cuestión social violenta» puede afectar «a toda España».
Respecto a las reservas en hoteles del Pirineo catalán, ahora cerrados, no se han notado anulaciones de reservas para el invierno.
El director general de la compañía madrileña Rafael Hoteles, Juan Escudero, ha dicho que las reservas en su hotel invernal de Baqueira Beret «están normalizadas» y con cifras similares a las de hace un año por estas fechas. En cuanto al segundo establecimiento de la cadena en Cataluña, el Rafael de Badalona, Escudero ha asegurado que «tampoco ha notado nada» por culpa de los sucesos del 1-O, ya que «trabaja mucho con touroperación internacional» cuyas reservas se formalizan con muchos meses de antelación.
Tampoco la cadena hotelera Axel, dirigida al colectivo LGBT, ha advertido una menor ocupación en estos días en sus dos hoteles en Barcelona. Su fundador y presidente, el barcelonés Juan Juliá, ha comentado que «de momento» no notan nada y que el colectivo LGTB es «muy intrépido» y que «está acostumbrado a nadar contracorriente».
La Mesa del Turismo también alerta de las «gravísimas consecuencias» del 1-0
La Mesa del Turismo ha alertado hoy de las «gravísimas consecuencias» para la actividad turística que pueden derivarse del proceso de secesión en Cataluña, no solo para el turismo en la comunidad autónoma, sino para el conjunto del sector en toda España, una actividad que supone el 12 % del PIB y del 14 % del empleo nacional.
«La inestabilidad social en las calles, amplificada por las redes sociales, está generando una imagen de España como destino inseguro en nuestros principales mercados emisores», advierte la Mesa del Turismo en un comunicado, en el que se posiciona «rotundamente» en contra de este proceso promovido por la Generalitat y la probable declaración unilateral de la independencia.
Para la Mesa del Turismo, la situación de «inestabilidad social», con las frecuentes movilizaciones callejeras que cada vez más derivan en actividades no pacíficas, y que son recogidas profusamente por los medios de comunicación y amplificadas por los medios sociales, traslada a los potenciales viajeros «una imagen de inseguridad» de la que ya alertan los Avisos de Viaje de los Ministerios de Asuntos Exteriores de los principales mercados emisores de turistas hacia España.
«Esta situación es previsible que afecte aún más a los mercados lejanos, en los que Barcelona ha sabido conseguir un éxito notable, con el incremento de nuevos vuelos directos al aeropuerto de El Prat», alerta.
En esta línea, considera que el turismo cultural y el de compras, que son «dos líneas medulares de la estrategia turística», se verán así especialmente afectados.
«El efecto de esta amenaza se proyectará no solo a Cataluña, sino a toda España, ya que el viajero de turismo cultural de mercados lejanos no visita un solo destino, sino que incluye en su plan Barcelona, Madrid, Granada y otros destinos españoles», ha añadido.
Asimismo, señala que el turismo de reuniones también se verá afectado, ya que el organizador de congresos y convenciones, al «asumir un riesgo no sólo personal sino corporativo y colectivo, es especialmente sensible al riesgo en el destino». A ello se añade también el turismo de cruceros, del que Barcelona es el principal puerto de cabecera del Mediterráneo.
En cuanto a la afluencia turística, desde la organización se considera que el 'Brexit' podría suponer una amenaza para el tráfico aéreo entre la Unión Europea y Reino Unido y lo mismo ocurriría con la independencia de Cataluña, que «quedaría excluida de este espacio común».
Asimismo, las inversiones en activos turísticos (hoteles, restaurantes, parques de atracciones, etc.) quedarían negativamente afectadas al quedar fuera del ámbito financiero del euro y del marco del Banco Central Europeo.
Finalmente, muestra su rechazo a las consecuencias de orden político y de convivencia.