Juan Antonio Ramírez Sunyer, un magistrado a un paso de jubilarse

Mateo Balín / Colpisa MADRID

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El magistrado ha ido realizando diligencias hasta acumular indicios suficientes por la presunta comisión de malversación, desobediencia y prevaricación por parte de los veinte nuevos investigados

21 sep 2017 . Actualizado a las 16:36 h.

Veterano y amigo de la discreción, Juan Antonio Ramírez Sunyer salió este miércoles del anonimato. Recién cumplidos los 70 años dos días antes de la Diada, ingresó en la carrera judicial por oposición en 1991. Por lo tanto, se trata de un magistrado que llegó a la judicatura de forma tardía, con 44 años. Así, según la última reforma, le quedarían dos años para jubilarse. Ha pasado toda su vida profesional en diversos juzgados de primera instancia e instrucción de Cataluña: Tarrasa, Badalona y Sant Boi de Llobregat, y en el 2003 llegó a Barcelona. En verano del 2015, abrió diligencias tras recibir una denuncia de un colectivo contra el entonces director general de los Mossos, Albert Batlle, por un delito de omisión de perseguir delitos. Los hechos se referían a los pitidos en la final de la Copa del Rey del 30 de mayo. La acusación pidió también la imputación del entonces presidente Artur Mas, y el caso acabó archivado por el Tribunal Superior de Cataluña tras remitirlo el juez por tratarse de un aforado. El 26 de febrero pasado, recibió, por turno de reparto, la denuncia que acabó en la operación del miércoles. Declarada desde entonces secreta, el magistrado ha ido realizando diligencias hasta acumular indicios suficientes en estos meses por la presunta comisión de malversación, desobediencia y prevaricación por parte de los veinte nuevos investigados en esta causa que lo ha convertido en azote del independentismo .