El PSOE niega la ruptura de su grupo y evidencia su encontronazo con Ciudadanos
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El pacto contra el desafío secesionista se resquebraja con el distanciamiento de socialistas y naranjas
20 sep 2017 . Actualizado a las 11:26 h.Margarita Robles aprovechó su intervención durante el pleno de este miércoles en el Congreso para meter como calzador la idea de que el PSOE sí está con la defensa de la legalidad. La portavoz socialista trató así de justificar el desmarque que ayer realizó su grupo parlamentario al votar contra de la proposición no de ley de Ciudadanos que llamaba a la defensa de la legalidad democrática en Cataluña, para arropar sin peros las actuaciones del Gobierno y de los jueces ante el desafío secesionista. Con su comportamiento, los socialistas, además de abrir una grieta en el pacto a tres entre las fuerzas constitucionalistas, también han evidenciado una fisura dentro de su propio grupo político, ya que los parlamentarios afines a la federación andaluza desobedecieron las directrices de Ferraz y se abstuvieron durante la votación.
En la réplica a Rajoy tras su pregunta sobre la calidad de la Justicia en España, en donde denunció carencias en los juzgados de Pontevedra, Margarita Robles comentó que «el PSOE tiene un profundo sentido del Estado», tras lo que recibió algunos abucheos por parte de la bancada de Ciudadanos, «y quiere que la Justicia funcione, y funcione bien», continuó. «Y ahí vamos a seguir estando, defendiendo la legalidad, apoyando al Gobierno, y para ello el PSOE no necesita ninguna proposición no de ley que considera oportunista».
Posteriormente, el secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, rechazó que el grupo parlamentario se hubiese roto por la abstención de la diputada Soraya Rodríguez (la única que admitió abiertamente el sentido de su voto). «Una sola diputada ha manifestado no aceptar la decisión de la dirección. ¿Esto es tener el grupo roto?», preguntó.
Los socialistas tratan de restar importancia a la votación de ayer y consideran que con el rechazo de Ciudadanos a dos enmiendas, como la apuesta por el diálogo en Cataluña y la defensa de los alcaldes socialistas que no son partidarios del referendo, se vieron obligados a no sumarse a esta propuesta no de ley.