El exprimer ministro, uno de los máximos opositores al «brexit», pide endurecer las normas para que los extranjeros en el Reino Unido
10 sep 2017 . Actualizado a las 15:11 h.El exprimer ministro laborista británico Tony Blair, profundamente opuesto al «brexit», propone que el Reino Unido permanezca en la Unión Europea (UE) pero que renegocie las normas para la inmigración. Un informe realizado por su Instituto para el Cambio Global sostiene que, restringiendo las condiciones de entrada a este país, se lograría aplacar las supuestas inquietudes de los británicos al tiempo que, según él, el Reino Unido podría quedarse en la UE.
En un artículo complementario, Blair argumenta que «no hay manera de desviarse» del «brexit» «si no se abordan las inquietudes que llevaron a él», con el voto favorable a salir de la UE en el referéndum del 23 de junio del 2016. El exjefe del Gobierno, del ala derecha del Partido Laborista, afirma que una renegociación con Bruselas junto con cambios en la política nacional alcanzarían el doble objetivo de abordar las preocupaciones migratorias de la ciudadanía manteniendo la permanencia en la UE.
Según las propuestas incluidas en el informe, el Reino Unido podría obligar a los inmigrantes de la UE a registrarse al llegar al Reino unido, para que las autoridades supieran si vienen a trabajar o a estudiar; una medida que, dice, ya aplica Bélgica. Además, los comunitarios solo podrían entrar si tuvieran una oferta de trabajo, y quienes no estuvieran autorizados no podrían alquilar una vivienda, abrir una cuenta bancaria o acceder a las prestaciones sociales.
El informe difundido este domingo propone asimismo prohibir el acceso a la Sanidad pública a los inmigrantes europeos económicamente inactivos, y permitir que las universidades cobraran más dinero a los comunitarios que a los británicos.
Blair también plantea negociar con Bruselas que el Reino Unido pueda detener la entrada de comunitarios cuando se detecte presión sobre los servicios públicos -algo que ya intentó pactar sin éxito el anterior primer ministro conservador, David Cameron, antes de convocar el referéndum. Tras años apartado de la política activa, Tony Blair, que quedó muy desacreditado por promover con EE.UU. la guerra de Irak del 2003, ha incrementado sus apariciones públicas desde el voto por el «brexit» del año pasado.
Las propuestas difundidas, en las que advierte además de que el Reino Unido solo podría competir con la UE si se transformara en un paraíso fiscal al estilo de Singapur, le han conllevado numerosas críticas.
Varios conservadores han señalado que fue el propio exlíder laborista quien abrió la veda a la inmigración masiva al no imponer, a diferencia de otros países como Francia y Alemania, restricciones a la entrada de inmigrantes de los diez países que accedieron a la UE en el 2004. El exministro «tory» Ken Clarke, uno de los pocos abiertamente partidarios de la UE, criticó hoy además que Blair siga argumentando que es posible revertir la decisión de los británicos de salir de la Unión Europea, y señaló que lo que hay que hacer es centrarse en «los aspectos prácticos» para conseguir el mejor acuerdo con Bruselas.