Aunque algunos buscan en las teorías paranormales y alienígenas la explicación a este fenómeno, los motivos son mucho más sencillos
09 sep 2017 . Actualizado a las 15:06 h.¿Qué eran la extrañas luces que iluminaron el cielo en México mientras que la tierra temblaba de forma brutal? ¿Una tormenta? ¿Un fenómeno extraño? En medio de la noche, muchos vieron como en el firmamento aparecían luces, como si fueran una especie de auroras boreales, en distintos puntos, mientras el país sufría el peor seísmo de los últimos cien años y se desataba el pánico en la población.
¿Había tormenta? ¿Coincidió con una aurora boreal? Mientras el país aún contabiliza las víctimas y evalúa los cuantiosos daños que deja tras de sí este terremoto, muchos se preguntan que eran esas misteriosas luces y porque el cielo se iluminó mientras el suelo temblaba bajo sus pies.
Pese a las miles de creencias que surgen alrededor de fenómenos naturales y que muchos intentan buscar una razón paranormal o incluso alienígena para explicar los porqués de estas espectaculares luces, los expertos ya han atajado todo tipo de mitos relacionados con ellas.
Y no, no son ovnis, ni relámpagos, ni auroras boreales, ni explosiones de estaciones eléctricas, ni nada de eso. Son luces de terremoto o lo que es lo mismo triboluminiscencia. Se trata de un fenómeno lumínico que se produce y se hace visible durante un terremoto por cargas eléctricas generadas por deslizamientos de suelo cerca de las fallas geológicas de la tierra y generan cargas eléctricas, según recoge Europa Press.
La conclusión a la que llegaron un grupo de investigadores de la Universidad Rutgers de Estados Unidos en el año 2014 mediante la realización de experimentos en laboratorio es que las luces se originan por el aumento de carga eléctrica en el suelo, según ha informado la BBC. No obstante, han aclarado que muchos de los fenómenos lumínicos producidos en el cielo son generados por la carga eléctrica acumulada en las nubes.
El experimento de esta universidad ha consistido en llenar recipientes con harina que luego fueron agitados hasta que aparecieron grietas. Luego se observó que la acción generó cientos de voltios de electricidad. El ejercicio da a entender que incluso los deslizamientos más pequeños del suelo en las fallas geológicas tienen la capacidad de cargar la Tierra y generar rayos en el cielo. Aunque aún se desconoce la razón por la que se produce la carga.
En el caso del terremoto de México se ha liberado energía que ha sido acumulada durante décadas a través del movimiento de placas tectónicas, explicó a la agencia dpa el catedrático alemán Marco Bohnhoff. «En un terremoto de magnitud ocho se mueven en apenas unos segundos varios metros dos placas de 300 kilómetros de ancho por 50 kilómetros de largo», señaló Bohnhoff. «En este intervalo se libera energía en forma de ondas sísmicas que pueden provocar temblores a más de 1.000 kilómetros de distancia», añadió.
Algunos expertos incluso ven en estas luces de terremoto una manera de precedir los seísmos, como lo son los compartamientos extraños de algunos animales, que tienen un sentido especial para detectar estos terremotos antes de que se produzcan. Aún así, los investigadores no son capaces de predecir cuándo van a ocurrir este tipo de fenómenos naturales ni su intensidad y señalan que la prevención en las zonas cercanas a placas tectónicas con especial actividad es una de las mejores formas para paliar sus efectos.
Sin peligro de radiación
Estas luces, «de color azul claro», indican fuentes de Aemet, se deben a que esta alteración genera «una carga positiva en el suelo que va seguida de la emisión de luz azul durante la descarga». La duración de ese destello, se ha comprobado, es de cerca de medio segundo. Los azules se combinan con colores blancos «resultantes de una intensa ionización aérea no específica», han dicho los expertos de Aemet, mientras que los azules se deberían a «emisiones de nitrógeno con un corto período de duración, sucedidas por emisiones de oxígeno verde de mayor duración y seguidas por un rojo mucho menos intenso».
Pese a su aspecto amenazante, estos rayos no son peligrosos por radiación, aseguran. «La cantidad de radiación máxima probable es pequeña, restringida a la superficie y equivalente a unos pocos meses de radiación natural regular», apuntan las mismas fuentes.
Y es que aunque en este fenómeno meteorológico se libera Radón, este gas contribuye con una mínima cantidad de radiación. Hay registro de diferentes formas de aparición de estas luces de terremoto distintas a las vistas en México, de manera que se han llegado a ver rayos de luz que cambian de azul a verde, cortinas verticales de luz azul verdosa que emergen de grietas en la carretera, creadas por movimientos sísmicos, así como pescadores vieron una luz azul subacuática antes del movimiento sísmico de de trayecto rápido y lineal.