Grecia vuelve al mercado con bonos al 4,625 %

Efe ATENAS

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ANGELOS TZORTZINIS

Coloca 3.000 millones tras tres años ausente de los mercados financieros

25 jul 2017 . Actualizado a las 17:09 h.

Grecia salió hoy con éxito a los mercados financieros después de tres años de ausencia, en una operación que el Gobierno calificó de muestra de que el país ha recuperado la confianza de los inversores internacionales. En esta primera subasta en tres años, a la que le seguirán otras en los próximos meses, el Tesoro colocó 3.000 millones de euros en bonos a cinco años, con un cupón al 4,375 % y un rendimiento del 4,625 %.

Según informó el Gobierno, la demanda de este bono que vence en 2022 fue de 6.500 millones de euros, mas del doble del objetivo marcado, y más de 200 inversores expresaron su interés por adquirir los títulos. En un comunicado, el Gobierno de Alexis Tsipras afirmó que el éxito de este retorno a los mercados «confirma el buen comportamiento de la economía griega, que está haciendo un progreso constante hacia la salida definitiva de la crisis y de los programas de rescate». El interés que expresaron por el bono «más de 200 inversores constituye un voto de confianza de la comunidad inversora internacional al progreso de la economía griega».

En declaraciones a los medios tras conocerse el resultado de la subasta, el ministro de Finanzas, Euclides Tsakalotos, destacó que «el rendimiento es algo mejor de lo que inicialmente esperaba el Gobierno». Según Tsakalotos, lo más importante fue el número y la calidad de los inversores (no había entre ellos fondos especulativos) que demandaron los bonos. El ministro anunció que habrá «también una segunda y una tercera salida a prueba», con el objetivo de regresar definitivamente a los mercados en agosto de 2018 «con más confianza en nosotros mismos» para así poder abandonar los planes de rescate. Eso «nos permitirá aplicar nuestro programa», agregó.

El objetivo del Gobierno izquierdista es empezar a aplicar políticas mas sociales tras años de austeridad. «Sabemos que el pueblo ha sufrido mucho, mucho más de lo que se merecía», señaló Tsakalotos.

La subasta estaba dirigida a canjear un bono emitido también a prueba en 2014 por el entonces Gobierno del conservador Andonis Samarás, cuyo rendimiento era del 4,95 %. El valor nominal de los bonos que vencían en 2019 era de 4.030 millones de euros, por lo que la demanda superó con creces este volumen. El Gobierno se había puesto como meta lograr un rendimiento que estuviera por debajo del 4,95 % y dar con ello un primer paso hacia la emancipación de Grecia de los programas de asistencia financiera.

El tercer rescate, cuyo desembolso máximo será de 86.000 millones de euros, vence en agosto de 2018 y a partir de esa fecha Grecia deberá financiarse exclusivamente en los mercados, o solicitar nueva ayuda si no lo consigue. La mayoría de los analistas calificaron la subasta de un primer paso positivo, pues además de despertar interés entre los bancos griegos, atrajo a los inversores extranjeros, que en los últimos años se habían mantenido alejados del mercado de títulos griego.

En un comunicado difundido antes del cierre de la subasta, el banco británico Barclays afirmó que el Gobierno griego ha sabido elegir un momento adecuado para esta salida a prueba, pues tras la liberación del segundo tramo del rescate por un total de 8.500 millones de euros los riesgos de liquidez del Estado griego son limitados. A ello se añade que Grecia está obteniendo buenos resultados en su superávit primario, lo que significa que la financiación del Estado está asegurada hasta 2019.

Las reacciones de los partidos de la oposición fueron en su mayoría negativas y, ya antes de conocerse el resultado final de la subasta, la mayoría de las fuerzas políticas aseguró que de haber seguido una política económica más coherente habría podido sacar un resultado mucho mejor. Entre los críticos figuraba también el exministro de Finanzas Yanis Varufakis, quien en su blog destacó que la situación económica de Grecia no ha cambiado respecto a la emisión de bonos de 2014 y que el país y su banca siguen siendo insolventes.