Austria propone que la Policía pinche mensajes para luchar contra la delincuencia; en Galicia, los agentes no acceden a los wasaps, pero pueden servir de prueba en un juicio
12 jul 2017 . Actualizado a las 07:51 h.Tras la muerte de Jimmy Romero en el 2014 se abrió el debate sobre la utilización del WhatsApp como prueba en los juicios. En ese caso se llegó a la conclusión de que los hinchas habían concertado la hora de la reyerta mediante la famosa aplicación de mensajería instantánea. Unos meses antes, la Confederación Española de Policía remitió una queja al Consejo de la Policía. Su protesta se basaba en la imposibilidad del cuerpo policial de interceptar comunicaciones a través de WhatsApp. Un problema, ya que a día de hoy hay que tener en cuenta que muchas actividades criminales han dejado las comunicaciones telefónicas al uso, viéndose más protegidos con este tipo de opciones.
En Austria, han querido acabar con esta laguna legal. Su Gobierno ha elaborado un borrador de ley que lo que propone es que la Policía pueda acceder a distintos servicios de mensajería instantánea, como pueden ser WhatsApp, Telegram o Skype. El objetivo es el de evitar determinadas actividades ilegales y el de ayudar a luchar contra la delincuencia y el terrorismo. El borrador ya está en manos de diferentes expertos políticos, técnicos, legales y de derechos civiles para tratar de concretar el punto concreto hasta el que pueden llegar las fuerzas de seguridad. Aunque la Justicia de Austria ya ha resuelto juicios gracias a conversaciones entre aparatos electrónicos que se han aportado como prueba, la nueva ley conllevaría un gran cambio.
Así, la Policía contaría con acceso remoto a este tipo de datos, aunque el portavoz ministerial ya ha declarado que las autoridades no tendrán total libertad para su uso. En caso de que se apruebe, tendrían el permiso para acceder a estas conversaciones siempre y cuando lo haya autorizado un tribunal o si hay una sospecha sobre conversaciones que estén relacionadas con delitos castigados con un mínimo de cinco años de cárcel.
Obligados a dar información
Sin una orden judicial, como sucede en España, no tienen permitido revisar el contenido de las conversaciones de WhatsApp de los implicados en una investigación. En caso de que exista, los acusados estarían obligados a ofrecer la información. En algunos casos este largo proceso es un inconveniente, ya que de otro modo la Policía podría adelantarse en la investigación.
En Galicia ya son decenas de juicios anuales los que se resuelven gracias a las conversaciones aportadas como prueba. La comunidad cuenta cada vez con un número mayor de acusados por mensajes, archivos fotográficos y de audio que fueron enviados a través de estas aplicaciones. De hecho, este tipo de comunicaciones pueden ser fundamentales a la hora de inclinar la decisión del juez.
El recorrido de los mensajes en WhatsApp es bastante sencillo pero su cifrado, al contrario, es muy complicado. Para poder descifrar los mensajes son necesarias las claves aleatorias de las que van acompañados. Con el paso de los años y actualizaciones de la aplicación, lo que han hecho ha sido introducir una mayor seguridad en la plataforma y por lo tanto en las conversaciones de los usuarios, aspecto que ayuda muy poco a la Justicia.