Felipe VI recuerda al independentismo que «fuera de la ley solo hay imposición e inseguridad»
29 jun 2017 . Actualizado a las 00:40 h.«Ningún camino que emprenda nuestra democracia puede -ni debe- conducir a una ruptura de la convivencia, al desconocimiento de los derechos democráticos de todos los españoles». En una clara alusión al desafío independentista en Cataluña, el rey Felipe VI hizo ayer esta advertencia durante su discurso en el Congreso con motivo de la celebración del cuarenta aniversario de las primeras elecciones democráticas celebradas el 15 de junio de 1977. En presencia de parlamentarios de la Transición y de la época actual, el monarca aseguró que la convivencia entre los españoles «tiene su mayor garantía y su mejor protección en las normas que la amparan». Y añadió que «el respeto a esas normas, en democracia, no es una amenaza o una advertencia para los ciudadanos, sino una defensa de sus derechos». Aseguró por el contrario que es «dentro de la ley» donde se deben «encauzar los antagonismos y resolver los desacuerdos y las diferencias, mediante el diálogo, mediante el debate». «Fuera de la ley solo hay arbitrariedad, imposición e inseguridad», subrayó el jefe del Estado.
Con un discurso de hondo calado político, explicó que en las primeras elecciones democráticas de 1977 el pueblo español emprendió un camino «hacia la reconciliación nacional» y la construcción «del gran proyecto de la España democrática y constitucional», así como hacia «la afirmación de nuestra unidad nacional asumiendo la diversidad territorial de España». Y recordó que la Constitución de 1978 proclamó después «su voluntad de proteger a todos los pueblos de España, en el ejercicio de sus culturas y tradiciones, de sus lenguas y sus instituciones».
Tragedia de «la dictadura»
En un acto del que estuvo ausente el rey emérito Juan Carlos I, Felipe VI rindió un homenaje de «gratitud y admiración» al anterior jefe del Estado y a «aquella generación que abrió el camino de nuestra democracia» y tuvo la «responsabilidad histórica» de dar respuesta a «nuestros errores del pasado» y de superar «las diferencias entre los españoles, convencidos de que la Guerra Civil y la dictadura eran, como se afirmó entonces en estas Cámaras, una inmensa tragedia sobre la que no cabía fundar el porvenir de España». Pese a tratarse de una cita, era la primera vez que el rey Felipe VI se refería al régimen de Franco como una «dictadura», algo que su padre siempre había evitado.
La presidenta del Congreso, Ana Pastor, pidió también a todos los representantes de la soberanía nacional que se miren en el «espejo» de los parlamentarios constituyentes, de quienes destacó su «sentido de la responsabilidad, el patriotismo y la enorme generosidad». «Una generosidad -dijo- que no supo de siglas ni de ideologías; sino que se volcó en la construcción del futuro». Y homenajeó también a don Juan Carlos, cuyo nombre en la historia, aseguró, «no podrá nunca desligarse de la palabra democracia».
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que ejerció protocolariamente como jefe de la oposición pese a no ser diputado, consideró que el rey hizo un discurso «bueno, acertado, realista, correcto para la situación política, social y económica que vive el país». El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, afirmó sin embargo que el monarca no estuvo «a la altura» por su «equidistancia entre los demócratas y los que no lo eran». Y el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, elogió el discurso de Felipe VI porque, a su juicio, describió una España diversa pero unida, y defendió «la unión del país sin complejos, la legalidad vigente, la democracia y la Constitución».
Juan Carlos I se muestra dolido porque se excluyera del acto a «quien condujo el camión de la Transición»
La contribución del anterior monarca fue destacada tanto en los discursos oficiales como en los comentarios de los protagonistas de la Transición
G. B
La conmemoración de las primeras elecciones democráticas de 1977 estuvo marcada por la ausencia de uno de sus protagonistas, Juan Carlos I, justificada desde la Casa Real por motivos de protocolo, que desaconsejaban la presencia simultánea en el hemiciclo de ambos monarcas. Aunque el rey emérito tampoco asistió a la proclamación de su hijo, ayer expresó a través de fuentes no oficiales su sorpresa y su disgusto por el hecho de que se le haya apartado del acto. «Han excluido a quien condujo el camión de la Transición», fue la frase transmitida por el rey a sus allegados, según el diario El Mundo. El monarca emérito había reservado incluso la fecha de ayer en su agenda, convencido de que iba a ser invitado a un acto en el que se homenajeaba a los artífices de la llegada de la democracia. Pero esa contribución del anterior monarca fue destacada tanto en los discursos oficiales como en los comentarios de los protagonistas de la Transición y de la reciente historia política de España que ayer acudieron al Congreso. Sí estuvieron los expresidentes Felipe González y José María Aznar, pero no José Luis Rodríguez Zapatero, de viaje en México. En la tribuna de honor del Congreso pudo verse al líder del PSOE, Pedro Sánchez, que no ocupa escaño en el Congreso, aislado y situado detrás de Aznar. Y acudieron también al acto históricos del parlamentarismo español como Alfonso Guerra o Rodolfo Martín Villa, y los tres padres de la Constitución vivos: Miquel Roca, Miguel Herrero de Miñón o José Pedro Pérez Llorca.
Los representantes de Unidos Podemos, así como los del PDECat y el PNV -ERC no asistió- no aplaudieron ningún pasaje de la intervención. Los de Pablo Iglesias tampoco aplaudieron las referencias de Ana Pastor a don Juan Carlos y Adolfo Suárez, aunque sí lo hicieron cuando la presidenta del Congreso recordó a los ex parlamentarios comunistas Rafael Alberti y Dolores Ibarruri. Antes, Iglesias, había lanzado desde su escaño un «¡Viva la democracia!», tras negarse a secundar dos vivas al rey y a España lanzados desde la bancada del PP. Poco antes del acto oficial en el hemiciclo, Unidos Podemos convocó un homenaje a los colectivos de luchadores antifranquistas al que se sumaron el PNV y PDECat, además de algunos parlamentarios socialistas como el vasco Odón Elorza.