La empresa tiene decenas de frentes abiertos, con denuncias de acoso sexual y discriminación. El atrevido estilo del fundador se convirtió tanto en un activo como en una carga para la firma
03 ene 2020 . Actualizado a las 13:31 h.Tan solo ocho días después de que anunciase que se tomaba una excedencia tras la muerte de su madre, para centrarse en sí mismo y reflexionar sobre cómo construir un equipo líder «de categoría», el fundador y director general de Uber, Travis Kalanick, dimite debido a las presiones de los accionistas.
«Amo a Uber más que nada en el mundo y en este difícil momento en mi vida personal he aceptado la petición de los inversores de hacerme a un lado para que Uber pueda volver a crecer y no distraerse con otra pelea», explica Kalanick en un comunicado enviado a The New York Times.
Los accionistas se habían mostrado molestos por los últimos escándalos con los que se relaciona a la popular empresa de transporte compartido y habían expresado su preocupación sobre posibles abruptas caídas en su valor como consecuencia.
Travis Kalanick (California, 1976), que hasta el pasado febrero fue asesor de Donald Trump, ha sido la fuerza impulsora de Uber, la persona que tomó una idea y la convirtió en un gigante mundial de alquiler de coches con chófer.
Sin embargo, su atrevida personalidad y su estilo despreocupado lo convirtieron tanto en un activo -ayudó a Uber a posicionarse y triunfar en el mercado- como en una carga para la startup. Kalanick ha sido blanco de muchas críticas. Se le ha acusado de sexista, de tácticas brutales en el lugar de trabajo y del uso encubierto de un software para evadir a las fuerzas policiales.
La imagen de Uber se ha manchado por una serie de incidentes, como la visita de varios de sus ejecutivos a un bar de karaoke en Corea del Sur en un intento de ensuciar la reputación de periodistas que investigaban a la compañía, o la alteración de registros médicos de una mujer violada en India después de tomar un taxi de Uber.
También se le acusó de promover una cultura «tóxica» en el lugar de trabajo, con denuncias de acoso sexual y discriminación en el seno de la compañía, que hicieron que la firma contratase al exfiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, para revisar estos alegatos e implementar una serie de correctivos.
Incluso se hizo público un vídeo en donde el propio Kalanick regaña e insulta a uno de los empleados.
A pesar de su adiós, el hasta ahora consejero delegado mantendrá un puesto en el consejo de administración de la empresa.
Fuga de directivos
Travis Kalanick tenía demasiados frentes abiertos, como una fuga de directivos de la compañía, que incluía a su brazo derecho, Emil Michael, quien renunció a la vicepresidencia acusado de haber alentado personalmente prácticas brutales dentro de la empresa.
Este mismo mes otro de los miembros del consejo de administración de Uber también se vio implicado en un escándalo por el que tuvo que dimitir. Todo ocurrió durante una reunión de la junta directiva de la firma, cuando uno de sus miembros, David Bonderman, realizó un comentario sexista.
Arianna Huffington, también miembro del consejo, explicó en su intervención la importancia de la existencia de mujeres en la dirección de las empresas. Como respuesta a ello, Bonderman indicó que «con más mujeres las reuniones se alargarían porque son muy habladoras».
Un episodio que llegó en el peor momento para Uber y que le acarreó muchas críticas en las redes sociales.