Treinta de las víctimas fallecieron en el interior de sus vehículos. Unas 54 personas han resultado heridas, entre ellas, algunos bomberos
13 oct 2019 . Actualizado a las 17:29 h.Portugal lucha desde ayer por la noche contra un gran incendio forestal en el término municipal de Pedrógão Grande, situado en el distrito de Leiria, que su primer ministro, Antonio Costa, ha calificado ya como «la mayor tragedia de víctimas humanas» de los últimos tiempos por un siniestro de este tipo en el país. El Gobierno luso ha decretado tres días de luto.
El último balance del Gobierno cifra en 61 el número de muertos, de los que al menos 30 fallecieron en el interior de sus vehículos, según informa el diario portugués Público. Costa ha avanzado la posibilidad de que sean encontradas más víctimas mortales.
Las causas
«La información recogida hasta el momento en el lugar del suceso nos permiten pensar que, con un alto grado de certeza, la causa haya sido un rayo que alcanzó un árbol seco», explicó el director nacional adjunto de la PJ, Pedro do Carmo, quien precisó que será necesaria una investigación para confirmarlo. La rápida propagación del fuego, que alcanzó enormes proporciones con la llegada de la noche, se explica por las «condiciones meteorológicas extremadamente adversas» registradas en Portugal este sábado, con temperaturas que superaron los 40 grados, apuntó Do Carmo.
La información aportada por las autoridades, centradas por el momento en atender a las víctimas, apuntan a un fuego de bajas dimensiones que, debido a «vientos descontrolados», se convirtió en «un incendio imposible de controlar». Así lo señaló el secretario de Estado de Administración Interna del Gobierno luso, João Gomes, quien dijo desde Pedrógão Grande que el fuego se propagó de una forma «que no tiene explicación». La zona en la que se extendió el incendio, que cuenta con varias aldeas cercanas, es atravesada por carreteras rodeadas de vegetación, lo que facilitó que las llamas cercaran a muchos conductores.
El gran fuego mantiene en este momento cuatro frentes activos. En dos de ellos el fuego sigue teniendo «mucha violencia» y en los otros dos, los bomberos están consiguiendo ganar terreno, según ha informado el secretario de Estado, Jorge Gomes.
Familias enteras atrapadas
La peor escena se vivió en una carretera que une los municipios de Figueiró dos Vinhos y Castanheira de Pera, en el distrito de Leiria, donde 18 personas, entre ellas «familias enteras», según Gomes, perecieron en sus coches. «Fueron atrapados en una ratonera de humo», dijo a la prensa el presidente de la Liga de los Bomberos de Portugal, Jaime Marta Soares, quien explicó que «cuando las personas entraron en esas carreteras, el incendio podría estar a kilómetros de distancia». Entre los 54 heridos hay cinco personas en estado grave: cuatro bomberos y un niño, y varias viviendas cercanas han quedado destruidas.
Tanto el primer ministro como el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, se trasladaron a la zona afectada de madrugada. Este último aseguró que «no hay ni falta de competencia, ni de capacidad, ni de respuesta» ante desafíos de estas características. Las tareas de extinción no se han detenido en ningún momento desde la tarde-noche de ayer. Son ya más de 700 efectivos los que combaten el fuego. El Gobierno luso ha desplegado, además, 12 pelotones del Ejército, con un total de 360 militares que están siendo asistidos por unidades aéreas de España y Francia. Seis aviones, 200 militares y 25 bomberos españoles participan en la extinción. A la zona se han trasladado cuatro aeronaves apagafuegos del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medioambiente (MAPAMA), cada uno de ellos con 5.500 litros de capacidad, así como dos aviones Air Tractor de carga en tierra y de 3.100 litros, aportados por la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha. Asimismo, se han trasladado al país vecino desde España un módulo terrestre de extinción y tres autobombas ligeras y tres pesadas, y un vehículo de mando con 25 bomberos de la Comunidad de Madrid.
Las altas temperaturas y el viento están dificultando las labores de los servicios de emergencia. Portugal ha desplegado 687 efectivos de Setúbal, Coimbra y Lisboa para controlar las llamas y conseguir acceder a zonas en las que no se descarta que haya más víctimas. De hecho, las altas temperaturas han obligado a las autoridades a elevar el nivel de alerta a rojo, según informa el diario portugués Público. Lisboa, Santarém, Setúbal y Bragança están en alerta máxima, según el IPMA, el organismo meteorológico portugués.
El incendio, desde el espacio
El impresionante fuego ha sido captado por los satélites de la NASA. Desde ellos se aprecia claramente la gran nube de humo sobre la zona.