Los reformistas de Rohaní se unen para contrarrestar la los conservadores
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El vicepresidente Eshaq Yahangiri anunció su retirada de la carrera electoral y contrarrestar una maniobra similar hecha la víspera por el alcalde de Teherán
17 may 2017 . Actualizado a las 07:39 h.Las presidenciales de Irán del viernes se presentan como un ajustado duelo entre los conservadores, liderados por el clérigo Ebrahim Raisí, y los reformistas del actual presidente Hasán Rohaní. El vicepresidente Eshaq Yahangiri anunció ayer su retirada de la carrera electoral para apoyar a Rohaní y contrarrestar una maniobra similar hecha la víspera por el alcalde de Teherán, Mohamed Galibaf, para afianzar las posibilidades de victoria ultraconservadora.
«He cumplido con mi deber histórico y votaré por Rohaní para ayudarle a continuar por el camino del progreso en el que el país está inmerso», declaró Yahanguiri ante varios miles de personas reunidas en un mitin en Shiraz (sur). Las retiradas en favor del candidato mejor posicionado son una maniobra habitual en las campañas iraníes.
El ala conservadora ha depositado su confianza en Raisí, administrador de la importante fundación Astan Quds Razavi, del mausoleo del imán Reza (el único del chiísmo enterrado en Irán) y uno de los mejor posicionados para suceder al ayatolá Alí Jamenéi.
Galibaf y Raisí aparecieron ayer juntos en un mitin en el que prometieron crear millones de puestos de trabajo y sacar al país de la crisis económica. Los conservadores acusan a Rohaní ser incapaz de hacer que los beneficios generados por el fin de las sanciones tras el acuerdo nuclear lleguen a los ciudadanos. Rohaní contraataca con la promesa de avanzar en derechos y libertades. Es la única esperanza de los millones de seguidores del expresidente Mohamed Jatamí, apartado por el régimen, o de aquellos que abrazaron la revolución verde del 2009.