Maza no dimite ni cesa a Moix por el escándalo del caso Lezo

EFE

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El número dos de Interior, al que varios fiscales señalan como el autor del chivatazo al hermano de Ignacio González, asegura que el encuentro con él se produjo por «mala suerte» pero no ocurrió «nada» de lo que arrepentirse

10 may 2017 . Actualizado a las 18:03 h.

El fiscal general del Estado, José Manuel Maza, ha manifestado este miércoles que seguirá ejerciendo la responsabilidad que se le ha encomendado al frente de la institución y ha destacado que «no existe un solo dato objetivo» que le haga arrepentirse de la designación de Manuel Moix al frente de Anticorrupción.

Maza comparece ante la Comisión de Justicia del Congreso por la actuación de la Fiscalía en el caso Lezo, dos meses después de hacerlo ante esta misma comisión por el papel del Ministerio Público en relación a la decisión de no imputar al ya expresidente de Murcia Pedro Antonio Sánchez.

«No hay un solo dato verdaderamente objetivo ni concluyente y al margen de elucubraciones que se haya visto paralizado durante la jefatura de Manuel Moix de manera que tenga que arrepentirme de su designación», ha dicho Maza sobre el fiscal jefe de Anticorrupción, zanjando cualquier debate sobre un posible cese.

En su opinión «se cuestionó insólitamente al fiscal anticorrupción» de manera que ahora sus actuaciones son analizadas «con un manto de sospecha», lo que no ha mermado su confianza en Moix: «Me siento satisfecho por su designación», ha apostillado

Y sobre sí mismo ha avanzado: «He asumido una responsabilidad y la seguiré ejerciendo conforme a la Ley», al tiempo que ha dicho encontrarse nuevamente «ante otro juicio» contra él, tras la anterior polémica respecto al expresidente de Murcia, cuya «condena ha sido impuesta anticipadamente».

Se ha referido a la «riada de críticas» contra el Ministerio Fiscal y su persona que le han colocado en una «encrucijada» y le ha generado «perplejidad» habida cuenta de que el debate de ideas y las discusiones sobre los criterios a fijar en una institución jerarquizada es algo «natural».

El fiscal general del Estado se ha confesado «atónito» ante las «informaciones desviadas, infundadas y gravemente perjudiciales» contra el Ministerio Público, especialmente Anticorrupción, por su papel en el caso Lezo que ha generado «una sospecha injusta» contra la institución.

En su intervención, Maza ha cargado duramente contra los medios por «ciertas informaciones desviadas y gravemente perjudiciales» para la instrucción del caso Lezo que han puesto en tela de juicio la autonomía de la Fiscalía. A esta «vorágine informativa», Maza se ha preguntado cuál era el dato objetivo del que debía responder: «No he encontrado ninguno».

«No puedo aceptar que el Ministerio Público ni en su conjunto ni en parte de él deba sufrir merma alguna en el concepto público», ha señalado el fiscal general, que ha elogiado la «excelente y elogiable» labor de 2.500 fiscales.

Y ha añadido que el «prestigio» alcanzado por la Fiscalía «en modo alguno puede verse comprometido por las recientes informaciones que generan una «sospecha injusta» contra esta institución. Maza ha explicado que desde que estalló el caso ha preferido «guardar silencio con el riesgo de que otros impusieran unilateralmente sus opiniones», un tiempo en el que ha asistido «atónito» a los análisis y opiniones sobre el caso Lezo.

«Se está poniendo el foco en cuestiones meramente técnicas generando con ello una innecesaria e injusta desconfianza en la opinión publica», ha asegurado el fiscal general que ha resumido así la polémica con el caso Lezo: «Un carrusel deportivo en el que se da el minuto y resultado. Frente a ello, presento hechos», ha avanzado.

Al respecto, ha destacado que fue la Fiscalía la que inició la investigación del caso Lezo, la que pidió que se dirigiera la imputación contra varias personas investigadas y también la institución que solicitó el ingreso en prisión incondicional del expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. Se trata, ha añadido, de «la misma Fiscalía y del mismo jefe de Anticorrupción que apenas ayer se opuso a la excarcelación» del expresidente de la Comunidad de Madrid.

El número dos de Interior: «No hay nada de lo que arrepentirme»

El secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, ha subrayado este miércoles que no se ha planteado dimitir ni teme acabar investigado por la reunión que mantuvo con Pablo González, en prisión por el caso Lezo, pues el encuentro se produjo por «mala suerte» pero no ocurrió «nada» de lo que arrepentirse.El secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, ha subrayado hoy que no se ha planteado dimitir ni teme acabar investigado por la reunión que mantuvo con Pablo González, en prisión por el caso Lezo, pues el encuentro se produjo por «mala suerte» pero no ocurrió «nada» de lo que arrepentirse.

«Tengo la tranquilidad de que sé lo que ocurrió en esa reunión y no hay nada de lo que de lo que tenga que arrepentirme. Lamento la mala suerte de que se produjera», ha zanjado Nieto antes de comparecer en la Comisión de Interior del Congreso sobre el polémico encuentro con el hermano del expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González el pasado 8 de marzo.

Preguntado por el documento en el que ha pedido a Anticorrupción que le aclare si está o no implicado en la operación Lezo después de que los fiscales del caso hablaran de una «presunta investigación 'chivada' del secretario de Estado de Seguridad», Nieto ha respondido que estos «deben actuar como deban actuar». «Tienen la libertad y la independencia para hacerlo con todas las consecuencias, actúe quien actúe y le pese a quien le pese», ha asegurado para hacer hincapié en que está «dispuesto a asumirlo», si bien su conciencia está «tranquila» y está «convencido de que cuando acabe esta investigación todo va a volver a su cauce».

Otro aspecto que lamenta el número dos de Interior es el efecto que este asunto está teniendo en su «familia, amigos y entorno» y el que pueda generar en el Gobierno, por lo que ha mostrado su deseo de que poco a poco «se vayan aclarando las dudas, las conjeturas y los planteamientos que sean poco transparentes» para que «todos podamos estar en las mejores condiciones».

Nieto se ha reafirmado en las explicaciones que ya dio el pasado 28 de abril en el Congreso, cuando atribuyó a una «cacería» la polvareda levantada por un encuentro que calificó de «tergiversado y manoseado» y del que «nada se ha ocultado». «Confío en la Justicia, en los jueces, en que el tiempo nos permita ir conociendo el sumario y que todo nos lleve a la auténtica verdad», ha subrayado para recalcar que no teme acabar imputado porque «no hay ningún hecho» constitutivo de delito que se le pueda atribuir.

En todo caso, ha añadido, «si hubiera alguna duda o algún error» estará en todo momento «a disposición de la Justicia para poder aclararlo». Por todo ello, Nieto no ha pensado en dimitir, aunque su cargo está «desde el primer minuto» a disposición de su superior, Juan Ignacio Zoido, y así seguirá siendo mientras esté al frente de la Secretaría de Estado de Seguridad.