El duque de Edimburgo abandonará los compromisos públicos en otoño
05 may 2017 . Actualizado a las 00:32 h.Tiene 91 años pero ninguna prisa por dejarlo. Lejos de abdicar, como se temía en un primer momento, la reina Isabel II envió el mensaje de que prefiere cambios a cuentagotas para preparar el terreno a su sucesor, que no está claro si será su hijo Carlos o su nieto Guillermo. En esa línea hay que situar el anuncio hecho público ayer de la jubilación de su marido, el duque de Edimburgo, quien abandonará su actividad pública a partir de otoño. «Tiene todo el apoyo de la reina», señala el mensaje oficial, que sin embargo deja claro que el príncipe Felipe no aceptará a partir de agosto nuevas invitaciones para visitas y compromisos. El viaje de los Reyes de España a Londres fijado para el 12 al 14 de julio será uno de sus últimos actos oficiales.
El anuncio se produjo tras horas de especulaciones después de que el siempre polémico Daily Mail publicara que todo el personal al servicio de la casa real había sido convocado de madrugada a una reunión de urgencia en el palacio de Buckingham. El aviso desató todo tipo de rumores, incluidos el de la abdicación de la monarca y problemas de salud del matrimonio, que cumplirá en noviembre 70 años de vida en común. El tabloide The Sun incluso anunció la muerte del duque. El resto de la prensa se apresuró a decir que no había motivo para la alarma y descartó que la reina hubiera tenido una recaída del fuerte episodio gripal que sufrió en diciembre.
Pese a la nota de urgencia del anuncio, la jubilación del duque ya había sido considerada en los últimos años dada su avanzada edad (el 10 de junio cumplirá 96 años) y su apretada agenda. No en vano es uno de los miembros de la familia real que participa en más actos pese a sus achaques. Para ser exactos, desde que la monarca asumió el trono, en 1952, él ha participado nada menos que en 22.191 actos públicos en solitario. Como patrón, presidente o miembro de más de 780 organizaciones, sus compromisos son variados. El último, la víspera del anuncio, fue un acto en un club de críquet. Haciendo gala una vez más de su peculiar humor, se presentó como «el descubridor de placas más experimentado del mundo».
Su jubilación se produce cuando el país está envuelto en una gran incertidumbre económica y social a causa del brexit, y vive la amenaza independentista de Escocia y la posibilidad de que el Úlster termine reunificándose con Irlanda. El último gran símbolo de unión del país, la monarquía también está sometida a una creciente presión porque no deja de posponer la transición pendiente. Isabel II se niega a acometer la sucesión, como sí hicieron monarquías europeas como la holandesa, la noruega o la española.
No deja de llamar la atención el momento para comunicar la jubilación del duque, el mismo día en que el país lleva a cabo elecciones locales en 88 municipios. Los resultados de los comicios son el primer termómetro para determinar la correlación de fuerzas de cara a las generales 8 de junio.
«Estamos ocupados y ya agotamos los 30 minutos semanales del ‘brexit’»
La Comisión Europea respondió con desprecio a la acusación de Theresa May sobre la injerencia de Bruselas en las elecciones del 8 de junio. «Aquí estamos muy ocupados y no vamos a brexitizar nuestro trabajo. Por ponerlo en palabras de un diplomático de la UE, los 30 minutos que dedicaremos al brexit por semana, ya están agotados», sentenció el portavoz jefe del Ejecutivo comunitario, Margaritis Schinas. Eso sí apuntó que en período de campaña electoral la gente «está excitada». El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, llamó a la calma y aseguró que las negociaciones sobre el brexit serán «imposibles» si la UE y el Reino Unido empiezan a «discutir» antes incluso de su inicio.