El expresidente lo niega y quiere volver a presentarse en el 2018
12 abr 2017 . Actualizado a las 07:39 h.El empresario brasileño Marcelo Odebrecht, expresidente de la constructora Odebrecht, acusada de liderar la mayor trama de corrupción de América Latina, declaró ante la Justicia haber pagado 13 millones de reales (unos 4,15 millones de dólares) en efectivo a Lula da Silva entre el 2012 y el 2013, dos años después de abandonar la presidencia del país. Marcelo Odebrecht, preso desde junio del 2015, declaró ante el juez federal Sérgio Moro, responsable de las investigaciones del gigantesco caso de corrupción en Petrobras, que Lula es el beneficiario de los pagos descubiertos en las libretas de contabilidad de la empresa bajo el nombre de «amigo».
Es la primera declaración del ejecutivo tras llegar a un acuerdo para delatar la trama de corruptelas alrededor de Petrobras a cambio de tener una rebaja en la condena. Odebrecht explicó que hizo varios pagos al Instituto Lula, que dirige el expresidente, para la compra de un terreno en el que debía construirse un edificio en el que la entidad tendría su sede.
Además, también habría entregado 50 millones de reales (cerca de 16 millones de dólares) para la campaña electoral en el 2010 de Dilma Rousseff, ahijada política de Lula y sucesora suya en el cargo (2011-mayo del 2016), mediante el entonces ministro de Hacienda, Guido Mantega.
Odebrecht declaró que otros nombres que aparecían en la libreta de contabilidad del grupo, como «post-italiano» e «italiano», eran Guido Mantega y Antonio Palocci respectivamente.
Tras conocer las acusaciones, el Instituto Lula emitió un comunicado en el que rechazó las acusaciones y dijo que el exmandatario no comentaría ninguna declaración bajo secreto en la Justicia «filtrada selectivamente y de forma ilegal».
Lula da Silva afirmó que «si fuese necesario, si el PT (Partido de los Trabajadores) lo necesita, estoy dispuesto a volver a ser candidato a presidente», aseguró tras negar cualquier cobro ilegal de comisiones y de vincular la filtración de la declaración judicial de Odebrecht «a que nuestros adversarios se han puesto muy nerviosos».