Saracho admite que el futuro del Banco Popular pasa por ampliar capital o vender el banco
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El nuevo presidente de la entidad se estrena ante los accionistas afirmando que cualquier opción es mejor que acabar como un banco zombi
10 abr 2017 . Actualizado a las 13:16 h.Emilio Saracho se ha estrenado hoy como presidente del Banco Popular ante la junta general de accionistas admitiendo que el futuro de la entidad pasa, o bien por una macroampliación de capital o por la venta de la entidad, que cerró el 2016 con unas pérdidas récord de prácticamente 3.500 millones de euros, y a las que una reciente auditoría interna añade otros 600. Saracho, que desgranó las fortalezas del banco ante un accionistas visiblemente molestos por el hundimiento de la acción (ha perdido el 92 % de su valor), admitió que aunque uno de los «valores diferenciales» de la entidad había sido el de permanecer independientes durante la crisis, «materializar una operación corporativa», es decir, una venta, era una posibilidad de cara al futuro, igual que recurrir de nuevo a los mercados a través de una ampliación de capital. Cabe recordar que la última, por importe de 2.500 millones de euros, la capitaneó el expresidente, Ángel Ron, el pasado junio.
El anuncio de esas posibilidades (ampliar capital o fusionarse) ha provocado un terremoto en la bolsa, y el banco caía por encima del 8 % a mediodía.
Aunque Saracho puso sobre la mesa las dos opciones -ampliación o venta- insistió que solo eran eso, «opciones», pero que el nuevo equipo no gestionaría «con el fin exclusivo de materializar una operación corporativa». Lo que sí dejó claro en su intervención es que «cualquiera de esas dos opciones es mejor que el riesgo de acabar como otros bancos de fuera de España, que ni se recapitalizan ni se liquidan», es decir, que cualquier fórmula es preferible a acabar siendo un banco zombi.
«Consciente de mi compromiso, el Popular merece la pena», concluyó el presidente, que fue precedido en el uso de la palabra por el consejero delegado saliente, Pedro Larena, que pese a que presentó su dimisión la pasada semana, se encargó de defender ante los accionistas los malos resultados económicos del pasado ejercicio.
Un elevado número de accionistas han pedido la palabra en la sesión, centrando sus críticas en la mala gestión del expresidente Ron, para el que reclamaron que no se le abone indemnización alguna tras su marcha del banco.