Los terroristas buscan aprovechar la debilidad del Ejecutivo

G. B. MADRID / LA VOZ

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Ballesteros | efe

ETA es consciente de la actual posición de fuerza del PNV, clave para aprobar los Presupuestos Generales del Estado

18 mar 2017 . Actualizado a las 09:31 h.

La fecha escogida por ETA para hacer su anuncio no es casual. La noticia llega en el peor momento para el Gobierno. Por una parte, como se evidenció el jueves en el Congreso con la votación sobre el decreto de la estiba, el Ejecutivo atraviesa un momento de gran debilidad, sin una mayoría garantizada y a merced de acuerdos que puedan alcanzar el resto de los grupos. Por otra, el Gobierno se encuentra sometido a una gran presión política por el desafío soberanista en Cataluña y la inminente convocatoria de un referendo ilegal de independencia.

Pero, sobre todo, el anuncio de ETA llega en pleno proceso de negociación de los Presupuestos Generales del Estado. ¿Y qué tiene que ver ETA con las cuentas públicas? Directamente, nada. Pero, como se ha puesto de manifiesto con la decisión del PP de facilitar la aprobación de los Presupuestos del País Vasco, el Gobierno cuenta con sumar el voto favorable del PNV en el Congreso para aprobar las cuentas del Estado, una vez constatada la imposibilidad de que un PSOE en plena campaña de elecciones primarias los apoye o se abstenga. El voto del PNV, sumado al de Ciudadanos y el diputado de Nueva Canarias, sería suficiente para aprobar los fondos públicos. ETA es consciente de la posición de fuerza de los nacionalistas vascos y de que estos están dispuestos a aprovecharla para conseguir unos objetivos que Rajoy les ha negado hasta ahora.

Al margen de solicitar un fuerte impulso a las inversiones en el País Vasco, es altamente probable que el PNV solicite al Gobierno, como contrapartida a su apoyo, una política de gestos de cara al final de ETA que implique el acercamiento de presos a ese territorio, completada con la cesión de las competencias en materia penitenciaria. El partido de  Íñigo Urkullu ya puso encima de la mesa esas exigencias, aunque no de forma oficial, cuando Rajoy trató de ganarse su apoyo para la investidura. Pero este no accedió. Ahora, esa presión puede ser mayor, no solo por la necesidad del Gobierno de aprobar los Presupuestos y dar muestras de estabilidad, sino también por el movimiento táctico de ETA. Rajoy siempre ha exigido la entrega de las armas y la disolución de la banda como requisito previo inexcusable para dar pasos adelante. Obviamente, las condiciones que pone ETA en su anuncio son inaceptables para el Gobierno. Pero, aun así, si la banda entrega las armas y se disuelve, podría ser el primer gesto para que algo empiece a moverse en ese terreno.