El plan, auspiciado por Hunosa, ha recibido 143 alegaciones, la mayoría por temor al «fracking». El Principado explica que en el proyecto no se habla de la fractura hidráulica
17 mar 2017 . Actualizado a las 14:57 h.La consejería de Empleo, Industria y Turismo ha otorgado a Hunosa y Volta Energy Resources el permiso de investigación de hidrocarburos (PIH) denominado Llábana-1, por el que se ha designado a Hunosa como operadora del PIH en una superficie de 37.314 hectáreas que comprenden los municipios de Oviedo, Siero, Sariego, Bimenes, Laviana, San Martín del Rey Aurelio, Langreo, Mieres, Aller, Lena y Ribera de Arriba. La resolución, publicada en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA), destaca que se han presentado 143 alegaciones contrarias al otorgamiento del permiso, referidas en su mayoría a que esta autorización conlleva «presuntamente» la extracción o investigación mediante la fractura hidráulica o fracking.
Las alegaciones sugerían que la investigación inicial de hidrocarburos en busca de gas metano llevaría a emplear esta técnica de fractura hidráulica, con lo que exigían, «en base al principio de precaución», que no se concediera «ninguna autorización, ni siquiera de investigación», sin una evaluación de impacto ambiental «debido a los múltiples impactos que puede tener la utilización de la técnica de fracking».
Entre las alegaciones presentadas por vecinos, asociaciones ecologistas y los Ayuntamientos de Oviedo, Bimenes, Siero, Mieres y Lena, los interesados han advertido de la «posibilidad de graves consecuencias para el entorno y la salud, con serio riesgo de contaminación de los ríos, las aguas subterráneas y la atmósfera con metales pesados como mercurio y plomo, radón, radio o uranio y otros elementos radiactivos». «Incluso la posibilidad de originar movimientos sísmicos», han advertido. Los alegantes también han expresado su sorpresa porque Hunosa, como empresa pública, «malgaste dinero público en promover un proyecto de investigación sobre fractura hidráulica que no tiene posibilidad alguna de convertirse en una explotación comercial».
Además consideran que la autorización contradice la resolución adoptada el 8 de febrero de 2013 por el Pleno la de Junta General del Principado de Asturias, sobre promoción de una normativa responsable y coherente con el principio de precaución en las decisiones relativas a la extracción de recursos y de oposición a la extracción de gas por fracking. También mostraron su oposición al permiso por«"posibles conflictos urbanísticos o de protección cultural» en la realización de la investigación.
El Principado ha estimado las alegaciones relativas a la necesidad de tramitación de una previa evaluación de impacto ambiental en el hipotético supuesto de que en la investigación se utilice la técnica de fractura hidráulica, desestimándose las alegaciones respecto a la denegación del PIH y al resto de cuestiones planteadas. Ante dichas alegaciones, los promotores de la investigación trasladaron al Gobierno asturiano que «no se va a realizar explotación de hidrocarburos por sistemas no convencionales», sino que están solicitando un PIH, no una concesión de explotación de un yacimiento no convencional de gas. El PIH va encaminado a conocer, entre otros, aspectos relativos a la cantidad de metano que existe en el carbón, capas a las que está asociado, permeabilidad de las mismas, geología de detalle de las distintas zonas, presencia de minería e hidrogeología, según refleja el BOPA.
La investigación, en una primera fase, se concentrará en la búsqueda y tratamiento de la información existente, así como la comprobación en el campo de la veracidad de los datos geológicos y mineros; y en una segunda fase en la ejecución de sondeos convencionales de exploración geológica con el objetivo de corroborar en profundidad la geología. El objetivo final del PIH, señalan los promotores, es «obtener toda la información posible para valorar técnica y económicamente la viabilidad futura de un proyecto de explotación del metano contenido en las capas de carbón». Sería a la conclusión del mismo cuando se compararán las diversas técnicas de desgasificación existentes para una «hipotética extracción».
La consejería basa su aprobación en que el principal objetivo es «lograr nuevos conocimientos sobre la existencia de hidrocarburos y en que de la lectura de la contestación de las alegaciones presentadas y del programa de trabajos no se desprende que se vaya a utilizar en la investigación la técnica de la fractura hidráulica». Sobre una futura extracción mediante fractura hidráulica del gas, el Principado hace alusión a una sentencia del Tribunal Constitucional que declara la inconstitucionalidad y consiguiente nulidad de la Ley del Parlamento de Cantabria que prohibía en el territorio la técnica de fractura hidráulica como técnica de investigación y extracción de gas no convencional, por «invadir la competencia exclusiva del Estado para establecer la legislación básica en materia de régimen minero y energético».
A seis años vista
El permiso otorgado tendrá un periodo de vigencia de seis años. En el primero se recopilarán planos de labores de minería de fondo de valle y minería de montaña y el resto de información geológica, minera, geoquímica y geofísica necesarios. En el segundo se realizará una campaña de campo basada en la geología de detalle, el levantamiento de columnas estratigráficas y trabajo en el interior de la mina. Durante el tercer año se prevé la ejecución de varios sondeos cortos «con el objetivo de caracterizar zonas vírgenes susceptibles de ser aprovechadas para la extracción de metano, según los estándares de exploración de la industria CBM». Esta caracterización incluirá, entre otras cosas, la comprobación de la secuencia estratigráfica, la potencia y características de las capas de carbón, el contenido en metano y las propiedades físico-químicas y estructurales de los carbones.
Estos datos se analizarán durante el cuarto año, cuando también se caracterizará el área en términos de potencialidad para el aprovechamiento del metano contenido en las capas de carbón. Servirá para elegir, en función de los datos obtenidos en los sondeos realizados, «el método de perforación y completación de los sondeos CBM que mejor se ajuste a las características geológicas y a la tipología de los carbones a evaluar y determinación, en su caso, de la ubicación de uno o varios sondeos para la realización de ensayos piloto de producción de gas». En el quinto año se producirá la ejecución de uno o un conjunto de sondeos para la realización de ensayos de producción, y el sexto finalizarán los sondeos y el tratamiento de los datos, para poder valorar técnica y económicamente la explotación de metano en zonas de la cuenca abarcadas por el permiso de investigación.