Polonia sabotea la reelección de Donald Tusk al frente del Consejo Europeo
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El mandato de dos años y medio expira el 31 de mayo y el polaco quiere revalidar el cargo
01 mar 2017 . Actualizado a las 07:49 h.En Polonia no se habla ni del acoso a los medios de comunicación ni de las maniobras del Gobierno para controlar a los jueces. El debate está desde hace semanas monopolizado por un tema: la reelección del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. El mandato de dos años y medio expira el 31 de mayo y el polaco quiere revalidar el cargo. Cuenta con muchos y poderosos apoyos, menos con el de su país.
El líder del partido gobernante Ley y Justicia, Jaroslaw Kaczynski, aseguró este martes que «bajo ningún concepto» le darán luz verde. El ultranacionalista, mano en la sombra del Ejecutivo, hace tiempo que decidió jugar la baza de Tusk como herramienta para desviar la atención de los problemas internos y como arma arrojadiza contra la UE. Una venganza por las críticas vertidas desde Bruselas, donde se acusa al Gobierno polaco de conducir al país hacia una deriva antidemocrática «peligrosa».
Detrás de esta campaña de acoso a Tusk también yace el deseo de Kaczynski de quitarse de en medio a su contrincante liberal, al que hostiga por conspirar supuestamente contra el Ejecutivo de la primera ministra, Beata Szydlo, apoyando «abiertamente» a los partidos de la oposición desde el Consejo.
Visegrado
Así están las cosas a solo nueve días de que los 28 líderes de la UE se reúnan en Bruselas para abordar la polémica designación de Tusk. Varsovia se ha propuesto sabotear la cita y tratará de convencer mañana en la capital polaca a sus socios de Visegrado (Hungría, República Checa y Eslovaquia) para que le secunden y se rebelen como hicieron con las cuotas de refugiados. A pesar de los deseos de Kaczynski, la suma de fuerzas no son suficientes para arrebatarle el cargo. La inquina del líder de los ultraconservadores con Tusk se remonta a hace casi una década. Las hostilidades aumentaron tras el accidente en el 2010 del avión en el que viajaba el presidente y hermano de Kaczynski, Lecha, junto a otras 96 personas. Responsabilizó a su rival de la muerte de los pasajeros y exigió que le sentasen en el banquillo.