El tribunal del caso Nóos, que desmonta la estrategia de Anticorrupción, absuelve a la infanta y a otros nueve acusados, y reduce las condenas a Urdangarin (6 años), Torres (8) y Matas (3)
19 feb 2017 . Actualizado a las 01:22 h.La sentencia más esperada de la historia judicial española escondía una sorpresa de calado. No estaba referida a la suerte de la infanta Cristina, cuya absolución no sorprendió a casi nadie. El fallo de la Audiencia Provincial de Palma, de 741 páginas y trabajado durante ocho meses, dinamitó buena parte de las acusaciones que pesaban contra Iñaki Urdangarin y su socio Diego Torres en el caso Nóos. La resolución redactada por la magistrada Samantha Romero, muy favorable para todos los imputados, desmonta pieza por pieza la teoría tejida durante años por la Fiscalía Anticorrupción de que el cuñado del rey y el exprofesor de la escuela de negocios Esade crearon una falsa institución sin ánimo de lucro, Nóos, con el fin único de saquear a cuanta Administración pública se les pusiera por delante. Nóos, zanja el tribunal, realizó los eventos de Baleares (con alguna irregularidad porque Jaume Matas, condenado a tres años, hizo los contratos), pero los de Valencia los hizo con éxito y a un precio de mercado.
Con esas premisas, reduce de 6,3 millones de euros a 445.000 el dinero malversado y por ello adelgaza las penas a los dirigentes de Nóos y a Matas, los únicos de los 17 imputados con castigo de cárcel no conmutable por multas. Los cinco miembros de la denominada trama valenciana son exonerados por completo y los cuatro de la red balear salen con castigos muy leves que no comportarán el ingreso en prisión. Una indulgencia motivada por su confesión y su conversión en arrepentidos, que podría incluso haberlos salvado de la quema. Al final solo siete de los 17 encausados han sido condenados, algo inaudito en los tribunales baleares, muy beligerantes con la corrupción y que tienen querencia histórica a dictar penas muy cercanas a la peticiones fiscales.
Cristina de Borbón ha sido exculpada casi por completo. El tribunal hace suya la tesis que siempre sostuvo la hermana de Felipe VI de que ella jamás estuvo al tanto de los tejemanejes fiscales que su marido hacía a través de Aizoon. Que esa compañía era gestionada únicamente por Urdangarin como administrador único y que ella, como simple socia, nunca supo que su pareja utilizó la empresa para defraudar en su declaración de IRPF, 174.575,07 euros en el ejercicio del 2007 y 152.350,69 euros en el del 2008. Las tres magistradas de la sección primera no ven ni rastro de la «cooperación necesaria» de la infanta en los delitos contra Hacienda por los que Manos Limpias pedía ocho años de cárcel. Ella, como la mujer de Torres, que también sale exonerada, «desconocía la existencia de los ilícitos penales» de su marido, y en consecuencia, según el fallo, en ningún caso pudo «participar en la ejecución» de esos ilícitos.
La hermana del rey no tomó parte en esos delitos, pero sí que se benefició. Cristina de Borbón, constata el fallo, endosó a la tarjeta bancaria de Aizoon «gastos familiares hasta la cuantía de 265.088 euros», la cantidad que el tribunal ahora le ordena devolver en forma de multa. Pero en realidad, a la infanta la Justicia le debe dinero porque ya ingresó en la cuenta del juzgado los 587.000 euros que le reclamó el fiscal como partícipe a título lucrativo de los delitos de su marido.
Cristina sale, al margen de esa multa, muy bien parada. Pero tampoco a su marido le ha ido mal, dado que se enfrentaba a una petición de cárcel por parte de la Fiscalía de 19 años y medio. Al final, Urdangarin es condenado a seis años y tres meses de prisión; siete años y un mes de inhabilitación especial y multa de 512.553,68 euros. Los delitos son prevaricación en concurso medial con falsedad en documento público y malversación de caudales públicos; un delito de fraude a la Administración pública; otro de tráfico de influencias; y dos más contra la Hacienda Pública. La pena es la tercera parte de la reclamada por la Fiscalía Anticorrupción. El tribunal ha aplicado a Urdangarin todos los eximentes y atenuantes posibles hasta llevar las penas al menor grado aplicable. Lo que sí deja clara la sentencia es que Urdangarin se sirvió de su «privilegiado posicionamiento institucional» por su «proximidad a la jefatura del Estado» para ejercer «una presión moral de entidad suficiente como para mover la voluntad de los funcionarios y autoridades» en Baleares.
Blanqueo
La pena más alta es para Diego Torres, ocho años y seis meses, pero no tanto por su labor en Nóos, que también, sino por lo que hizo con el dinero que obtuvo. Sus delitos son prácticamente los mismos que los de Urdangarin, pero con una diferencia sustancial, el blanqueo del dinero obtenido.
El juez Castro, sorprendido por la sentencia
El juez José Castro, que instruyó durante cinco años el caso Nóos, recibió con sorpresa el contenido de la sentencia. Aunque evitó valorarla en profundidad hasta conocer la argumentación del tribunal, admitió que «no esperaba este tipo de sentencia», especialmente con tantas absoluciones, y sobre todo por la de la infanta. Dijo que no comparte, aunque respeta, que el tribunal haya dado crédito a «la ignorancia de la que ella hacía gala», en referencia a la argumentación de la infanta de que no conocía lo que hacía su marido.
Cristina considera injusta la condena a su marido
La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin tuvieron conocimiento de la sentencia en Suiza, donde residen. Su abogado, Miquel Roca, informó de que estaba satisfecha, aunque ve injusta la condena a su marido. «Ella creyó, cree y seguirá creyendo en la inocencia de su esposo», manifestó Roca, quien aclaró que había hablado por teléfono con la infanta para informarle del contenido de la sentencia. «La ha recibido con satisfacción, pero ustedes comprenderán que, también, con el disgusto de compartir una condena para su marido, que ella considera injusta».
La Justicia debe dinero a la infanta y Manos Limpias pagará su defensa
A la infanta la Justicia le debe dinero, porque ya ingresó en la cuenta del juzgado 587.000 euros que le reclamó el fiscal Pedro Horrach como partícipe a título lucrativo de los delitos de su marido, 322.325 euros más que la multa a la que ha sido condenada. Además, el fallo también condena a Manos Limpias a pagar las costas íntegras de la defensa de la exduquesa en este proceso, pero es muy improbable, casi imposible, que el pseudosindicato en vías de extinción tenga dinero para afrontar esa penalización.