El ex primer ministro ha recibido las críticas, entre otros, del ministro de Exteriores, Boris Johnson, que lo acusó de «insultar la inteligencia del electorado» al argumentar que éste no votó bien
17 feb 2017 . Actualizado a las 22:44 h.Cuando parecía que el debate sobre el brexit estaba agotado y se habían cerrado filas tras la votación parlamentaria que dio luz verde a la activación del famoso artículo 50, ayer apareció el ex primer ministro Tony Blair para llamar a los británicos a «levantarse» contra la salida de la Unión Europea y a terminar con «las prisas actuales al borde del acantilado» que tiene Londres por poner en marcha el proceso en marzo. El que fuera primer ministro de 1997 a 2007, tiene claro que su «misión» ahora pasa por persuadir a sus compatriotas a que cambien de opinión en relación con la marcha de la UE pues cree que estos votaron en el referendo del pasado junio «sin conocimiento de los verdaderos términos de lo que significaba». Para Blair, que Londres deje la UE sería «doloroso». Los prometidos beneficios serían, en gran medida, «ilusorios».
En un acto en Londres organizado por la campaña Open Britain, el laborista intentó poner freno a los planes de la primera ministra, Theresa May. Si bien dijo que no la criticaba personalmente, sí apuntó a que es necesario despertar la alarma sobre el «revoltijo de contradicciones» que percibe en sus argumentos. «Deberíamos tener la oportunidad de reconsiderar esta decisión. Ya sea que se haga a través de otro referendo o de otro método, esa es ya una cuestión de segundo nivel», precisó Blair, convencido de que su país se encuentra ante la decisión más importante que ha tomado desde la Segunda Guerra Mundial y que el debate sobre la misma no puede ser cortado.
La postura de Blair contrasta con la que ha tomado el actual jefe de filas laboristas, Jeremy Corbyn, que dio vía libre al brexit con su última votación en el Parlamento. «La debilidad del Partido Laborista tiene un papel como facilitador del brexit», exclamó Blair, añadiendo que «odia decir eso, pero es cierto». Una línea que comparte Tim Farron, el actual líder de los liberaldemócratas, para quien Blair tiene razón en su discurso y pone en evidencia el fracaso del trabajo de Corbyn como oposición.
Fueron varios los políticos que criticaron con dureza a Blair. El ministro de Exteriores, Boris Johnson, le recordó que el debate sobre el brexit había terminado y declaró que su discurso «insulta la inteligencia del electorado». También le reprochó que, «cualesquiera que sean sus méritos como ex primer ministro, es el tipo que habría llevado el país al euro, que llevó al país a la guerra de Irak con un proyecto completamente falso». Por su parte, el ex ministro de Justicia Michael Gove, acusó a Blair de «intentar socavar la democracia británica». El ex líder del UKIP, Nigel Farage, dijo que el laborista no ha comprendido que si hubiese otro referendo mañana, el margen de la victoria «sería al menos tres veces mayor que el de junio». Como era de prever, Jeremy Corbyn no habló.