«Sus años como presidente son un orgullo para el PP y sus años de gobierno son una herencia de la que nos hemos beneficiado todos los españoles», aseguró el presidente del Gobierno durante su discurso de clausura
13 feb 2017 . Actualizado a las 00:19 h.El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, ha tenido un recuerdo «con gratitud» para su antecesor en el partido José María Aznar, en el primer Congreso Nacional de los 'populares' al que no acude el expresidente del Ejecutivo y después de la separación entre la organización que preside, la fundación FAES, y el PP.
Al arranque de su discurso de cierre del XVIII Congreso Nacional de su partido, Rajoy ha recordado al presidente fundador del PP, Manuel Fraga, «hombre clave del partido» y para la democracia española, ha dicho. Y a continuación ha citado «con gratitud» a José María Aznar. «Sus años como presidente son un orgullo para el PP y sus años de gobierno son una herencia de la que nos hemos beneficiado todos los españoles», ha añadido.
Aznar está ausente del Congreso y han sido escasas las referencias públicas a su persona, al margen de las preguntas de los periodistas a algunos dirigentes 'populares' al arranque el viernes de este cónclave. El expresidente apareció únicamente en un vídeo emitido que repasa los 40 años de historia del PP, aunque su presencia es menor que la del propio Mariano Rajoy, quien además ha sacado de su nueva Ejecutiva a las personas próximas a Aznar que quedaban en esa dirección, como Ana Botella, Alberto Ruiz-Gallardón o Juan José Lucas.
No comerciará con los secesionistas
Rajoy ha cerrado el congreso del PP con un discurso centrado en Cataluña y un aviso a los independentistas, el de que no piensa ceder a sus reclamos ni «comerciar» con un proceso que pasa «por encima» de la Constitución. El líder del PP, además, ha hecho un llamamiento al resto de fuerzas políticas, a las que ha insistido en que están, como él, obligadas a dialogar para garantizar una España gobernable.
Rajoy ha dedicado la mayor parte de su intervención a Cataluña, con el mensaje reiterado de que, aunque está dispuesto a hablar con la Generalitat, «no es posible negociación alguna sobre el cumplimiento de la ley». El presidente del Gobierno ha comenzado su discurso con la imagen de una enorme bandera de España tras él, ha advertido además de que la independencia de Cataluña supondría una «amputación» que no podría salvar «ningún cirujano». Además, ha vuelto a reconocer que la Constitución se puede cambiar siempre que lo quiera el conjunto de los españoles, aunque él, ha advertido, no lo recomienda.