La fuerza naval europea está desplegada frente a las costas de Somalia y en aguas del golfo de Adén desde que se puso en marcha la operación contra la piratería, hace ahora 8 años
07 feb 2017 . Actualizado a las 08:09 h.España tomará el mando de la operación Atalanta de la UE contra la piratería en el océano Índico el próximo 1 de marzo, con el buque Galicia, que ejercerá de cuartel general. Se trata de la sexta ocasión en la que España asume el mando de la fuerza naval europea (EU-Navfor), desplegada frente a las costas de Somalia y en aguas del golfo de Adén desde que se puso en marcha la operación, hace ahora 8 años.
Durante cinco meses, de marzo a julio, el buque de asalto anfibio de la Armada Galicia se constituirá en el Cuartel General de la Fuerza Naval de la UE, que por norma general dispone de entre 4 y 7 buques y entre 2 y 4 aviones de patrulla marítima.
En los ocho años de operación han participado 32 buques españoles, integrados en una agrupación naval cuyo mando rota cada cuatro o cinco meses entre las naciones que aportan fuerzas.
Cinco veces mandando
Desde entonces España, a través de la Armada, ha ostentado el mando de la agrupación en cinco ocasiones, la última, entre mayo y octubre de 2015. Actualmente se encuentra desplegado el buque de acción marítima (BAM) Relámpago, con un helicóptero embarcado SH-60B de la Décima Escuadrilla de Aeronaves.
España completa su contribución con el destacamento Orión del Ejército del Aire, con base en Yibuti, que cuenta con más de 50 militares y un avión de patrulla marítima P-3 Orión o un D-4 VIGMA (CN-235).
La misión Atalanta ha evitado e interrumpido un número significativo de estos ataques en el golfo de Adén y el océano Índico y, como resultado, 154 hombres sospechosos de cometer actos de piratería han sido trasladados a la UE o Estados regionales para ser procesados legalmente.
El pasado 28 de noviembre el Consejo Europeo amplió el mandato de la operación Atalanta contra la piratería hasta el 31 de diciembre de 2018.
La Oficina Marítima Internacional, en su último informe sobre la piratería puso énfasis en el abrupto descenso de los ataques en el Cuerno de África, aunque alertó que el peligro sigue latente y contenido por las fuerzas internacionales