Intrigas, romances y traiciones inflaman el episodio uno, que se emite esta noche
11 ene 2017 . Actualizado a las 18:47 h.Una historia para emocionar. Una historia como una catedral. Como la de Santiago desde su primera piedra. Una historia de personas, de deseos, ambición, amor, traición, venganza y redención ambientada en la convulsa y violenta Edad Media. El final del camino, la producción de Voz Audiovisual para TVE y TVG, es todo eso porque empieza donde acaba: en esa primera piedra fundacional. En Compostela, la Jerusalén de Occidente. Carlos Carballo, director de Voz Audiovisual y productor ejecutivo de la serie, lo resumió ayer en la presentación de la serie en la Academia de Cine de Madrid: «Es nuestra historia y merece ser contada». El primero de sus ocho episodios se emite esta noche simultáneamente a las 22.40 en la 1 de TVE y TVG.
El numeroso elenco artístico de la serie se reunió ayer para la presentación oficial, en la que estuvieron presentes el director de contenidos de RTVE, Toni Sevilla, quien destacó la coproducción junto a Voz Audiovisual como un claro exponente de una «estrategia por apostar por la misma meta: calidad, llegar al público y lograr productos potentes», dijo. Fernando López Puig, director de cine y ficción de la cadena pública, reivindicó como filosofía de El final del camino la vieja idea de aquellas películas en las que primaban los personajes de época: «La aventura, el espíritu de lucha, los soldados del medievo, la acción...», evocó en referencia a aquellos filmes matinales que cautivaron a varias generaciones.
Y junto a ello, la emoción, que también fue compartida ayer por los protagonistas, ya que la presentación fue para ellos el momento en el que tuvieron la oportunidad de compartir una especie de premier televisiva y ver por primera vez el resultado de su trabajo.
Toni Sevilla destacó también la labor realizada por Voz Audiovisual «en un trabajo maravilloso para conseguir los mejores profesionales para todas las cuestiones de producción», explicó. Y que a partir de hoy se verán en las pantallas de RTVE y TVG en una temporada que cuenta con ocho capítulos.
También a partir de hoy, en esta historia que merece ser contada se podrá conocer a los protagonistas. Los tres hermanos, Gonzalo, Pedro y Esteban de Catoira, esto es: Antonio Velázquez, el actor gallego Javier Rey, y Guillermo Barrientos. A Begoña Maestre interpretando a esa mujer adelantada a su tiempo que es Elvira. A un personaje con enjundia cómica como es Animal, en cuerpo y alma de Ismael Martínez. A Cristina Castaño y Asier Etxeandia, como los reyes Constanza de Borgoña y Alfonso VI. Así hasta completar un reparto del que forman parte también Juan Fernández, Xavier Deive, Tito Asorey, Miguel Ángel Blanco, Joan Massotkleiner, Manuel de Blas, Antonio Durán Moris, Jaime Olías, Patricia Peñalver, Paco Manzanedo, Fina Calleja y Antonio Mourelos, entre otros.
Una serie como «un regalo de Reyes Magos»
La presentación de ayer en Madrid de El final del camino devolvió al elenco que compone la serie a las jornadas de rodaje en Silleda. Y viendo el primer capítulo, varios coincidieron en calificarlo como un excelente regalo de Reyes Magos. La producción de Voz Audiovisual para TVE y TVG tuvo una excelente acogida por parte del resto del público asistente. Hubo aplausos al final, y una grata respuesta durante la proyección ante una propuesta inicial cargada de acción e intriga.
Y los actores se mostraron felices con el resultado. Antonio Velázquez celebró lo mismo que todos: «Los Reyes Magos me han regalado una serie». Javier Rey abundó en el carácter de intriga de esta ficción: «Mi personaje es alguien lleno de dudas que se irán desvelando». Y Guillermo Barrientos, el tercero de los hermanos protagonistas, recalcó la implicación de su personaje, Esteban de Catoira, en la construcción de la catedral.
Juan Fernández (Diego Peláez) destapó las risas: «Hago de señor de Compostela. Y como los señores de la época cuando les tocan las narices, reacciona como se reacciona: sacando la porra», exclamó y no dijo más. El actor gallego Antonio Durán Morris definió a su personaje Odamiro, abad de Antealtares, como «alguien que pertenece a la orden que custodiaba los restos del Apóstol; un guardián de la fe al que, con los capítulos, se le descubren sus contradicciones».
Todos recordaron el buen ambiente de los meses de rodaje. Lamentaron no haber tenido más tiempo, aunque confesaron que alguna mariscada sí que cayó. Asier Etxeandia incluso contó que se quedó unos días por Galicia, impresionado por la Costa da Morte.
Y, si Begoña Maestre aseguró que su personaje estaba profundamente enamorada de su marido, la gallega Cristina Castaño encontró otra posible respuesta para su Constanza de Borgoña: «Yo no estoy profundamente enamorada de mi marido». Extremos del amor que también se tocan en El final del camino.