Trillo pidió hace tiempo dejar la embajada de Londres para entrar en el Consejo de Estado
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El que fuera ministro de Defensa cuando ocurrió el accidente del Yak-42 tiene la intención de volver a España, precisamente el organismo que acaba de responsabilizarle de la tragedia
05 ene 2017 . Actualizado a las 14:19 h.Federico Trillo tiene la intención de volver a España y ocupar un cargo en el Consejo de Estado, precisamente el organismo que acaba de reconocer su responabilidad en el accidente del Yak-42 en 2003, en el que murieron 62 militares Españoles. Lo ha dicho hoy en una entrevista en la Cadena Cope, en la que ha afirma que el informe «no aporta nada nuevo».
Se trata de las primeras declaraciones del hoy embajador de España en Reino Unido después de que se conociera el dictamen del Consejo de Estado en el que se reconoce que el ministerio de Defensa conocía el riesgo que corrían los militares españoles al viajar sin seguridad. Desde que se conoció su contenido, el Gobierno y el PP han pasado de dar la impresión de amparar a Federico Trillo y de querer mantenerlo como embajador en Londres a poner en marcha los mecanismos para relevarlo de ese cargo de una manera discreta y con la menor polémica posible. Sin enfrentarse a la oposición, que pide en bloque su dimisión, ni dejando tampoco a Trillo, estrecho colaborador histórico de Mariano Rajoy, a los pies de los caballos
El Gobierno se niega a destituir de inmediato a Federico Trillo como embajador en Reino Unido. El Ministerio de Asuntos Exteriores explicó que el titular de Defensa durante el segundo mandato de José María Aznar permanecerá al frente de la misión diplomática en Londres hasta que sea reemplazado en el cargo, algo que sucederá a lo largo de los próximos meses. El cambio se llevará a cabo dentro de un proceso ordinario que afectará a otros 71 embajadores. Con esta decisión, el Ejecutivo de Mariano Rajoy se mantiene firme pese el clamor de la oposición y de los familiares de las víctimas del Yak-42 para que Trillo sea destituido de inmediato después de que un dictamen del Consejo de Estado haya confirmado la responsabilidad del ministerio que él dirigía en la tragedia aérea que en 2003 se cobró la vida de 62 militares españoles cuando regresaban de cumplir misión en Afganistán. La respuesta de Exteriores a estas exigencias fue tajante: «El relevo sigue el calendario previsto y es totalmente independiente del informe del Consejo de Estado sobre el Yak-42».