Sopesa un gobierno del Partido Democrático, con o sin Renzi, que tendría la mayoría parlamentaria
09 dic 2016 . Actualizado a las 07:36 h.El presidente italiano, Sergio Mattarella, empezó ayer la ronda de consultas para nombrar un nuevo jefe de gobierno después de la dimisión de Matteo Renzi tras haber perdido el referendo del pasado domingo. La primera jornada estuvo dedicada a los representantes institucionales, el presidente del Senado Pietro Grasso, y la presidenta de la Cámara de Diputados Laura Boldrini, además del expresidente y senador vitalicio Giorgio Napolitano.
Treinta minutos de coloquio con cada uno y ninguna declaración sobre lo tratado mantienen la incertidumbre a la espera de lo que ocurra hoy con las reuniones con los representantes de los 25 partidos. Han sido convocados de menor a mayor representación por lo que no será hasta el sábado cuando acudan los principales grupos. Según algunos medios, Mattarella podría encargar la formación del gobierno ya el lunes después de la jornada de reflexión del domingo. El presidente pretende que el jueves 15, cuando se reúna el Consejo de Europa, Italia haya cerrado la crisis.
Sobre la mesa hay tres posibles salidas. Una de ellas, la que más gusta a Mattarella, sería encargar de nuevo a Matteo Renzi la formación del nuevo gobierno. Para el presidente, un Ejecutivo del Partido Democrático tendría la mayoría parlamentaria y por tanto estaría en condiciones de gobernar. La duda está en si Renzi aceptaría o no. «Si aceptase perdería mi reputación y todos dirían que hice el melindroso», explicó a los suyos. Todo apunta a que prefiere quedarse fuera del Ejecutivo y preparar unas elecciones que podrían ser en la segunda mitad de 2017.
La segunda opción que tiene Mattarella pasa por encargar el nuevo gobierno al candidato elegido por el PD, que podría ser el ministro de Exteriores Paolo Gentiloni o el de Economía Pier Carlo Padoan. Esta salida cuenta con el beneplácito de Renzi ya que sería un gobierno muy afín a su línea. La tercera salida sería elegir una personalidad institucional, como el presidente del Senado Pietro Grasso. El principal objetivo del gobierno que salga de esta crisis será llevar adelante la nueva ley electoral tras lo cual se convocarían elecciones anticipadas en 2017. Solo unos pocos en el PD esperan que se complete la legislatura que acaba en 2018.
Elecciones ya es lo que pide Matteo Salvini de Liga Norte, que amenaza con una movilización para el próximo fin de semana si no se convocan. Es la misma línea del Movimiento 5 Estrellas, uno de cuyos principales líderes, Alessando Di Battista, insistía en lo que ya ha apuntado Beppe Grillo: que se puede votar con la ley Italicum. Di Battista también aseguraba que están preparados para gobernar.