La perfecta Mary Poppins aterriza desde internet

Graciela M. Camporro REDACCIÓN

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Web QuieroCanguro

Nuevas plataformas online ayudan a compartir niñera. Más de mil asturianas están registradas en webs como «QuieroCanguro». «Buscábamos ayuda y hemos encontrado a una amiga», dicen las familias

12 nov 2016 . Actualizado a las 11:05 h.

Cada vez son más las familias incapaces de compatibilizar las largas jornadas laborales con el cuidado de sus hijos. Algunos cuentan con la ayuda de abuelos, tíos o amigos, mientras que otros son incapaces de encontrar una solución. Entonces, ¿quién se queda al cargo de los niños? En los últimos años han proliferado plataformas como QuieroCanguro, que ayudan a diario a cientos de padres y madres a encontrar a su perfecta Mary Poppins. No son solo ellos los grandes beneficiados, ya que miles de jóvenes han encontrado trabajo gracias a iniciativas como esta. Más de mil asturianas se han registrado en esta página, muchas con el fin de compaginar sus estudios con un empleo.

«Compartir niñera puede suponer un ahorro de hasta un 50%, permite a familias que vivan en la misma zona y con hijos de edades similares, que la canguro recoja a los niños del colegio cuide de ellos o les ayude con las tareas escolares hasta que los padres lleguen del trabajo», afirma Patricia Adam, del gabinete de comunicación de QuieroCanguro. Gijón es la ciudad asturiana que cuenta con mayor número de babysitters. En total, casi 750 jóvenes están registradas en la web del grupo 2Care4Kids, mientras que en Oviedo la cifra supera el medio centenar. En el resto de localidades del Principado, la cifra roza también las 500 cuidadoras. Un 71% de ellas asegura contar con referencias comprobables, un 78% con más de dos años de experiencia y el 65% son capaces de ayudar a los niños con las tareas escolares.

Ese es el caso de Isabel Gónzalez, una educadora y monitora de tiempo libre. Esta joven leonesa residente en Oviedo decidió apuntarse tras quedarse al paro. Durante tres meses estuvo cuidando de un niño de cuatro años, al que recogía a la salida del colegio. Poco después conocería a Isabel Fernández y sus dos hijas, con las que compartiría algo más que una relación laboral. «Buscábamos una canguro y al final hemos encontrado a una amiga. Ahora que Isabel no viene tan a menudo, las niñas me preguntan por ella porque la quieren mucho», afirma Fernández. Actualmente, Isabel compagina su trabajo en una guardería con el cuidado ocasional de las niñas. A pesar de ello, siempre encuentran un hueco en su tiempo libre para hacer actividades en familia y disfrutar de las pequeñas. «Es una experiencia que recomiendo a todo el mundo. Entiendo que mucha gente sea reticente porque al final estás dejando al cuidado de una persona lo más preciado para ti. En mi caso he tenido muchas suerte porque pude encontrar a una persona muy buena», comenta esta madre.

Trabajar como canguro para complementar los estudios

Muchas jóvenes deciden trabajar como canguros para conseguir algo de dinero mientras continúan con sus estudios. Ese es el caso de Mar Carranza, una cántabra de 20 años que vino a Asturias para abrirse paso en el mundo laboral. Para la joven, esta no es su primera experiencia con menores, ya que anteriormente trabajó como monitora de tiempo libre. «Decidí probar suerte e inscribirme en la web para ver si encontraba alguna familia. En el primer mes ya había conseguido hablar con alguna madre», afirma. Durante todo este tiempo ha trabajado al cuidado de varios niños, todo ello mientras continúa con sus estudios.

Muy parecida a la de Mar es la historia de Blanca Richard. Esta joven de 21 años es graduada en magisterio y en la actualidad está opositando. Decidió inscribirse en este tipo de plataformas para conseguir algo de dinero mientras cursaba sus estudios. Comenzó a trabajar al cuidado de dos gemelas de 3 meses por las noches, ayudando a la madre de las pequeñas mientras su marido se encontraba en Madrid. Posteriormente ejerció como canguro con una niña de 2 años mientras su madre estaba embarazada. Ahora mismo está buscando una familia en la que, además de cuidar de los pequeños, pueda impartir clases. «Es un trabajo que le recomiendo a las chicas que están en una situación similar a la mía», comenta.

Como ella, Rocío García también busca dar clases y ayudar a los niños con los deberes. Esta estudiante de magisterio ha estado haciendo prácticas durante la carrera en un colegio. En 2015 decidió registrarse en la web y en muy poco tiempo consiguió encontrar una familia. Asegura que la flexibilidad horaria que se ofrece le permite compaginar las clases con el cuidado de los niños. «Es una experiencia muy recomendable», afirma.