Los Clooney se mudan a este apartamento

Adriana Rey CORRESPONSAL EN NUEVA YORK

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EL LUJO EN NUEVA YORK Chófer, sauna, piscina, cuidador de mascotas y hasta personal shopper ofrecen las viviendas de los mejores edificios de la Gran Manzana. George y Amal acaban de comprarse una en el 100 East 53rd Street por 58 millones de dólares.

29 oct 2016 . Actualizado a las 14:05 h.

 Vivir por encima de todo. Así presentan muchos neoyorquinos su ciudad, conscientes de todos los palacios que pueden encontrar en cualquiera de sus rascacielos. Palacios en las alturas, en el cielo, donde acaban esos enormes edificios de cristal que desafían permanentemente la ley de la gravedad. Para algunos, así se presenta la vida en Manhattan. Hombres de negocios, empresarios, actores de cine o de teatro que han visto cómo cumplían el sueño americano en la tierra de las oportunidades; aunque también están los multimillonarios extranjeros que no quieren perder la oportunidad de aumentar su patrimonio con una de estas joyas, en las alturas de la capital del mundo. Hace solo unos días trascendía la megacompra del matrimonio Clooney en la Gran Manzana, un apartamento de 58 millones de dólares al que se mudarán en el 2017.

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El «pisito» en cuestión, todavía en construcción, forma parte del nuevo proyecto de Norman Foster, el 100 East 53rd Street, donde cada vivienda será un auténtico homenaje al lujo que convive, como no podía ser de otra manera, con el skyline más selecto de Nueva York. Un skyline que, por cierto, rejuvenece y envejece cada día, como una especie de parque de atracciones para el sector inmobiliario. Ese cambio lo impulsan decenas de obras de arte diseñadas por los mejores arquitectos que, a su vez, se presentan como los creadores de una ilusión para muchas personas. Todas aquellas que se lo puedan permitir, eso sí.

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CASI COMO EL EMPIRE STATE

Uno de ellos es Fawaz Alhokair, un empresario saudí de 49 años, que según The New York Times, ha adquirido la vivienda más alta no solo de Nueva York, sino de todo Occidente. Se trata del 432 Park Avenue, un edificio que el arquitecto uruguayo Rafael Viñoly levantó hasta los 425 metros de altura, casi tan alto como el Empire State Building.

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Viñoly supo combinar la sencillez de un esbelto diseño rectangular, con el lujo de sus interiores. Spa, gimnasio, piscina, restaurante o gestión de incidencias vía móvil, son algunas de las comodidades que facilitan la vida a los propietarios de las 104 viviendas, de entre dos y siete habitaciones y cuyos precios oscilan entre los 7 y los 94 millones de dólares. «Estos proyectos atraen a un conjunto de compradores muy específicos y ese grupo ha demostrado ser muy agresivo y muy competitivo», asegura Robert Knakal, un prestigioso agente inmobiliario. Y es que la oferta del 432 Park Avenue no es la única en la Gran Manzana. Cuatro bloques más hacia el oeste se erige otro de los tesoros de la ciudad.

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Se trata del One 57, del arquitecto francés Christian de Portzamparc. Una torre con más de 300 metros de altura repartidos en 135 viviendas con impresionantes vistas de Central Park y situadas sobre el Hotel Park Hyatt. «Tienes servicio de chófer, alquiler de coche privado, cine, sauna, bolera, piscinas, clases deportivas, servicio de cuidado de mascotas y hasta ‘personal shopper’ si lo necesitas. ¿Qué más quieres?», dice Luke. Él es uno de esos jóvenes que llegaron a Nueva York intentando triunfar en Broadway y, de momento, no le va nada mal. Vive en Sky Building, uno de los rascacielos de apartamentos más nuevos y mejor situados de la ciudad.

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Sus 71 plantas proporcionan unas preciosas vistas del Río Hudson y de Times Square, a donde se puede llegar en apenas 15 minutos caminando, a no ser que se prefiera coger el autobús privado que ofrece. Además, su gimnasio ha hecho las delicias de sus propietarios, quienes pueden compartir entrenamiento con las estrellas de la NBA, Carmelo Anthony y Kristaps Porzingis. El pasado verano, también era habitual ver en sus piscinas a modelos de Victoria’s Secret, que por un alquiler pagan entre cuatro y ocho mil dólares mensuales. El lujo en su máximo esplendor en la ciudad donde, según Forbes, hay más billonarios del mundo.