Los socialistas facilitan la investidura de Rajoy pero no la estabilidad, por lo que este podría convocar nuevas elecciones para finales de junio si no logra que se aprueben los Presupuestos
24 oct 2016 . Actualizado a las 09:07 h.España va a tener Gobierno tras más de 300 días de bloqueo, un auténtico récord solo superado por Bélgica, que estuvo 541 en la misma situación. Ahora la incógnita que se plantea es cuánto durará un Ejecutivo en minoría que iniciará su tarea bajo la estricta vigilancia de la oposición. Mariano Rajoy tiene en su mano convocar nuevas elecciones a partir de mayo.
¿Por qué Rajoy no ha forzado las terceras elecciones si le favorecían?
Todas las encuestas señalan que al PP le habría interesado que se celebraran nuevas elecciones, porque habría aumentado su ventaja ante un PSOE roto. Sin embargo, Rajoy ha optado por aceptar ser investido con la abstención de su adversario político sin imponerle condiciones. Al menos que se sepa. Al líder del PP le habría sido muy difícil dar la vuelta al relato que ha mantenido desde el 20D, es decir, que era muy urgente la formación de Gobierno y prioritario evitar nuevas elecciones. Y, por otro lado, habría aparecido como el gran responsable de una nueva convocatoria electoral.
¿Podrá asegurar la gobernabilidad?
Una cosa es formar Gobierno y otra gobernar. La clave es si Rajoy logrará aprobar o no los Presupuestos, lo que resulta imprescindible para garantizar una mínima gobernabilidad. El presidente de la gestora socialista, Javier Fernández, ya ha adelantado que no prevé que su partido apoye las cuentas públicas y, por tanto, tendrá que buscar la estabilidad «en otros lugares políticos, que los hay». Si el PSOE no cambia de opinión, Rajoy tendría que lograr el apoyo de Ciudadanos, Coalición Canaria y el PNV y necesitaría un voto más, que podría provenir de la antigua Convergència, lo que sería políticamente difícil de explicar. El plazo de aprobación acaba el 31 de diciembre, pero podría prorrogarse a enero.
¿Son posibles unas nuevas elecciones?
Sí. Tendría que transcurrir un año desde la última disolución de las Cortes, que tuvo lugar el 3 de mayo. Cumplido el plazo, en el caso de que no logre que se aprueben sus Presupuestos, Rajoy estaría facultado para convocar nuevas elecciones. El ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, ya ha advertido que sería inevitable. Los comicios se celebrarían 54 días después. Para los socialistas es un plazo demasiado corto para recomponer su fractura interna, por lo que no les interesaría que la legislatura fuera tan corta. Por eso, esperan que Rajoy encuentre los apoyos necesarios sin contar con ellos. De esta forma, les quedaría el campo libre para desarrollar la labor de oposición sin ceder terreno a Podemos. No hay que olvidar que Bruselas exige recortes por valor de 5.500 millones.
¿Cómo puede ser esta nueva legislatura?
Los socialistas pueden jugar un papel decisivo en el Congreso para tumbar o modificar leyes. Como se ha demostrado en estas dos breves legislaturas, existe una mayoría parlamentaria opuesta al PP. Los populares están atados al pacto de 150 medidas que firmaron con Ciudadanos. Esto quiere decir que si los partidos que lideran Albert Rivera y Rajoy se ponen de acuerdo, el PSOE necesitaría aliarse con Podemos y los nacionalistas para imponerse en las votaciones. Lo que es seguro es que habrá comisiones de investigación sobre la supuesta financiación ilegal del PP o el espionaje a partidos que la oposición atribuye a Jorge Fernández Díaz. Podemos aspira a liderar la oposición ante un PSOE al que considera incapacitado para esa labor, por lo que tratará de hacerlo visible.
¿Tiene armas Rajoy para evitar que se gobierne desde el Congreso?
Rajoy se guarda un as en la manga, el derecho de veto que le otorga el artículo 134.6 de la Constitución, que ya usó José Luis Rodríguez Zapatero en el 2010, y que le faculta para aceptar o no cualquier proposición o enmienda que suponga aumento de los créditos o disminución de los ingresos presupuestarios. Está dispuesto a recurrir al Tribunal Constitucional para que el Congreso respete su prerrogativa. De hecho, la Mesa de la Cámara, donde está en minoría, ha admitido una decena de iniciativas que suponen un aumento de gasto de 5.000 millones, según el Gobierno. Rajoy quiere llegar a grandes pactos con el PSOE y Ciudadanos sobre el sistema de pensiones, financiación autonómica y el desafío separatista.
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