El hijo del expresidente republicano de EE. UU. se suma así a otras voces críticas con el candidato a la Casa Blanca como George Bush padre
04 oct 2016 . Actualizado a las 19:08 h.Michael Reagan, hijo del expresidente de Estados Unidos Ronald Reagan, aseguró en Twitter que ni su padre ni él apoyan a la «basura» del candidato presidencial republicano, Donald Trump, y que la exprimera dama Nancy Reagan votaría por la aspirante demócrata, Hillary Clinton.
«No hay forma de que yo o mi padre apoyemos esta basura», dijo anoche en Twitter Michael Reagan en referencia a unas declaraciones de este fin de semana en las que, durante un mitin en Manheim (Pensilvania), Trump acusó a Clinton de haber sido infiel a su marido, el expresidente Bill Clinton (1993-2001).
El Partido Republicano estadounidense considera al expresidente Reagan (1981-1989) como el autor de la «revolución conservadora» que devolvió la Casa Blanca a los republicanos y acuñó la identidad del partido sobre el libre mercado.
Michael Reagan, de 71 años y que ya había mostrado su rechazo a Trump, fue adoptado por el expresidente y su primera mujer, Jane Wyman. «Jane Wyman era mi madre pero puedo deciros que Nancy votaría por Hillary y estaría paralizada al oír a la gente decir que les recuerda a RR (Ronald Reagan)», aseguró Michael Reagan en Twitter.
Estos comentarios de Michael Reagan contra Trump se suman a los pronunciados por otros tradicionales pesos pesados del Partido Republicano, como el expresidente George H. W. Bush (1989-1993) y sus hijos el expresidente George W. Bush (2001-2009) y el exgobernador de Florida Jeb Bush. Bush, de 92 años, planea votar en noviembre por Clinton, según aseguró en septiembre la sobrina del fallecido mandatario John Fitzgerald Kennedy, Kathleen Kennedy.
La atípica y ruidosa campaña del magnate inmobiliario ha provocado que muchos miembros y figuras del Partido Republicano se hayan echado a un lado y hayan rechazado apoyar a Trump en las elecciones presidenciales. Especialmente aquellos congresistas o senadores que se juegan la reelección en las legislativas del 8 de noviembre y cuyos estados tienen una gran población hispana, una de las comunidades más castigadas por la retórica del multimillonario.