Podemos se venga de los críticos de Sánchez rompiendo con Page y Vara

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo BAreño MADRID / LA VOZ

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Las comunidades en riesgo

Los de Pablo Iglesias amenazan con dejar en minoría a los socialistas en otras autonomías

27 sep 2016 . Actualizado a las 12:27 h.

La onda expansiva del mal resultado del PSOE en las elecciones gallegas y vascas y de la creciente contestación interna hacia Pedro Sánchez llegó ayer hasta Castilla-La Mancha y Extremadura, en donde Podemos anunció la ruptura de los acuerdos de investidura que llevaron a la presidencia a Emiliano García-Page y Guillermo Fernández Vara, dos de los barones más críticos con Sánchez y contrarios a un pacto como el que quiere Podemos en el Congreso. Una decisión que los socialistas de esas comunidades interpretan como una forma de elevar la presión al PSOE para que se avenga a las pretensiones de Pedro Sánchez de alcanzar un pacto de Gobierno en Madrid con Podemos. La ruptura de los acuerdos de investidura amenaza con extenderse a otras comunidades. La situación pone de manifiesto también la falta de control de la cúpula de Podemos sobre sus organizaciones territoriales, dado que, poco antes de que se consumara la ruptura en Extremadura, el secretario de organización de Podemos, Pablo Echenique, explicó ante la prensa que no se preveía que el desacuerdo en Castilla-La Mancha se extendiera de forma inminente a otras comunidades. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, dijo también que «es un asunto de Castilla-La Mancha» que no tiene «interpretaciones en clave estatal».

De lo que sí advirtió Echenique es de que la relación con el PSOE siempre está «en permanente evaluación y control» y que los acuerdos a los que llegaron ambos partidos en diferentes autonomías son de investidura y no de gobierno.

Pactos en seis comunidades

En este momento, el PSOE gobierna en cinco comunidades gracias a los pactos alcanzados con Podemos: Extremadura, Castilla-La Mancha, Baleares, Aragón y Comunidad Valenciana. «No se trataría tanto de romper acuerdos de gobernabilidad que nunca han existido. Se trata de evaluar en qué medida esos acuerdos se han cumplido o no y en función de ese cumplimiento, replantearnos nuestra relación con el partido que está en el Gobierno», explicó Echenique, que precisó que «a corto plazo» no se prevé una ruptura en Aragón, en la que él mismo lidera Podemos.

El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, rechazó sin embargo a través de un mensaje en Twitter que en Extremadura, donde él gobierna gracias a que Podemos apoyó su investidura, se pueda romper el pacto con el partido morado, «porque no lo hay». El PSOE extremeño recordó que Podemos votó en contra de los pasados presupuestos regionales y solo se aprobaron gracias al apoyo del PP.

No habrá cambio de Gobierno

El partido morado justificó la ruptura en Castilla-La Mancha con García Page acusándolo de actuar «espontánea y unilateralmente durante más de un año, más ocupado en anuncios que en obras y más ocupado en lo que se mueve en Ferraz y en decapitar a Sánchez que en dar vida a Castilla-La Mancha». La decisión de Podemos difícilmente provocará un cambio de signo en el Gobierno autonómico, porque para ello los de Pablo Iglesias deberían apoyar al PP. Y, además, los populares, por boca de su secretaria general y candidata regional, María Dolores de Cospedal, se ofrecieron ayer a respaldar el Gobierno de Page.

El temor a que el movimiento de Podemos se extienda a todas las comunidades en las que el PSOE gobierna gracias a ellos, que son seis, llevó ayer a algunos barones socialistas a tratar de reforzar su vínculo con el partido morado. El valenciano Ximo Puig, también del grupo de críticos con Sánchez, aseguró que las tres formaciones que forman el Ejecutivo valenciano (PSOE, Compromís y Podemos) tienen «una relación estrecha» a raíz del Pacto del Botànic (firmado al inicio de la legislatura) y señaló que considera «muy positivas las aportaciones que está haciendo Podemos».

Rajoy mantiene su oferta a Sánchez y De Cospedal ofrece apoyo a Page

El presidente del Gobierno en funciones reiteró ayer que mantiene «intacta» su oferta al PSOE de poder gobernar en coalición a través de pactos, o permitiendo la investidura del PP con su abstención. Eso sí, admitió que queda a la espera de ver «cómo evolucionan los acontecimientos» antes de llamar a Pedro Sánchez, después de la batalla que se ha abierto en el PSOE entre la línea oficial que encabeza el propio secretario general de los socialistas, partidario de intentar un Gobierno alternativo con 85 diputados, y la corriente crítica que propugna que los socialistas deben encabezar la oposición.

Rajoy defendió una vez más la necesidad de que en España haya un Gobierno que sea «estable a la mayor urgencia posible» y ofreció de nuevo el apoyo del PP al PSOE en las comunidades en las que tiene acuerdos con Podemos, si los socialistas llegan a algún tipo de solución con el PP que permita la investidura del ahora presidente en funciones. En esta línea hay que entender el ofrecimiento realizado ayer por la secretaria general del PP y presidenta del partido en Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, dispuesta a apoyar al PSOE y al presidente autonómico, Emiliano García-Page, en aquello que sea «bueno para la región» y permitir la gobernabilidad de la autonomía.

También la presidenta andaluza Susana Díaz, cabeza visible del sector crítico con Pedro Sánchez, ofreció en Twitter «todo su apoyo» a Fernández Vara y García-Page, y calificó de «injerencia inaceptable» la decisión adoptada por Podemos.