El ascenso de papeletas a mediodía es de un 2% en la comunidad gallega y un 0,6% en la vasca
25 sep 2016 . Actualizado a las 13:42 h.La participación en las elecciones gallegas se ha situado este mediodía en el 14,97 por ciento, 2,2 puntos por encima de 2012, mientras que en el País Vasco había votado el 15,4, por ciento del censo electoral, 0,6 más que en los anteriores comicios celebrados ese mismo año.
Los datos facilitadas por la Xunta de Galicia y el Gobierno vasco reflejan el ascenso de papeletas en las urnas en las primeras horas de la jornada electoral en las dos comunidades, que han abierto sus colegios a las nueve de la mañana con normalidad y sin incidentes significativos.
Solo cabe reseñar que la Ertzaintza ha retirado tres carteles de contenido político de la fachada de un colegio electoral de Basauri y otro más en Alonsotegi, donde los agentes también han retirado unos pasquines.
En Galicia también se han producido dos pequeños percances por retrasos y falta de material.
Los candidatos vascos, en los segundos comicios autonómicos ya sin la amenaza de ETA, han vuelto a ser más madrugadores que los gallegos.
Sobre las nueve y cuarto, el lehendakari y candidato a la reelección por el PNV, Iñigo Urkullu, ha ejercido su derecho al voto en la localidad vizcaína de Durango, donde reside, y mostraba su deseo de que las elecciones «supongan que Euskadi siga siendo propia, singular y diferente».
En Vitoria, la cabeza de lista de la candidatura de EH Bildu por Álava, Miren Larrion, con mayor protagonismo en la campaña tras la inhabilitación del dirigente de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi, ha pedido a los vascos que lleven a las urnas la «ilusión» y dejen atrás la «desesperanza y la tristeza» para que a partir de mañana se puedan hacer «muchísimas cosas entre todos».
Mientras, desde Bilbao, la candidata del PSE-EE a lehendakari, Idoia Mendia, ha animado a los vascos a que voten y apoyen la agenda social y «la Euskadi de las oportunidades».
También, en Vitoria, el candidato del PP a lehendakari, Alfonso Alonso, también ha instado a los vascos a votar pensando en el futuro de Euskadi y también del conjunto de España, y les ha pedido que acudan a las urnas porque «está mucho en juego».
Desde San Sebastián, el candidato por Ciudadanos, Nicolás de Miguel, ha hecho un llamamiento a la participación desde el convencimiento de que la ciudadanía merece una «Euskadi mejor».
La candidata a lehendakari por Elkarrekin Podemos, Pilar Zabala, también ha llamado a los ciudadanos a participar «para construir el futuro de la Euskadi que todos queremos» y ha asegurado desde Zarautz que su candidatura cuenta con «muy buenas espectativas».
Las urnas electorales están abiertas en Euskadi para permitir que 1.783.414 vascos elijan con su voto el nuevo Parlamento Vasco, 8.078 ciudadanos más que hace cuatro años.
En Galicia, son más de 2,2 millones de ciudadanos los llamados a votar en las casi cuatro mil mesas electorales que están repartidas por la geografía de la comunidad autónoma. En concreto, son 2.255.579 a los que hay que sumar los casi 450.000 residentes en el extranjero.
El candidato del PP a la reelección, Alberto Núñez Feijóo, ha mostrado su deseo de que las urnas manden «un mensaje de futuro y de prosperidad para Galicia» y marquen «un sendero claro de qué va a pasar» en la comunidad en los próximos cuatro años.
Optimista ha dicho sentirse el aspirante socialista a la Presidencia de la Xunta, Xoaquín Fernández Leiceaga, ante esta jornada , en la que espera obtener un buen resultado.
Y clave ha considerado la candidata por el BNG, Ana Pontón, que los ciudadanos voten con ilusión y se movilicen para poder elegir con criterio el camino a seguir por Galicia en los próximos años.
Tras votar en Lugo, el candidato por En Marea, Luis Villares, ha mostrado su esperanza de que los comicios permitan «marcar un récord de participación histórico», porque la gente «va a ir a votar con ilusión».
En Vigo, la candidata por Ciudadanos, Cristina Losada, ha llamado a los gallegos a que asistan masivamente a las urnas y que «no se queden en casa» porque «las cosas que no funcionan pueden cambiar a partir de mañana».