Díaz y los barones críticos, a la expectativa para pasarle factura

E. C. MADRID / LA VOZ

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JULIO MUÑOZ | EFE

División interna en el PSOE: la incógnita es hasta donde están dispuestos a llegar, si intentarán o no forzar su dimisión

22 sep 2016 . Actualizado a las 13:35 h.

Si se cumplen los pronósticos de las encuestas, Pedro Sánchez se presentará ante el comité federal con malos resultados en Galicia y pésimos en el País Vasco, aunque Ferraz espera que el desplome no sea tan grande. Aún ven posible, aunque muy difícil, evitar el sorpasso de En Marea y la debacle de perder la mitad de sus 16 escaños en el Parlamento de Vitoria, donde sitúan en 11 la barrera para salvar los muebles. Susana Díaz y los barones esperan expectantes lo que suceda el 25S para pasar factura a Sánchez, a quien responsabilizarán si los dos candidatos, que son de su cuerda, fracasan. La incógnita es saber hasta dónde llegarán en el comité federal. Incluso si intentarán forzar la dimisión de Sánchez desautorizando su gestión y su apuesta por encabezar un Gobierno alternativo.

Los críticos aseguran que cuentan con una mayoría clara en el comité federal para ganar el pulso a Sánchez. Si es que deciden echárselo. De hecho, seis de los siete presidentes autonómicos están, con un mayor o menor compromiso, con Díaz. Solo la balear Francine Armengol defiende que Sánchez trate de formar Gobierno. La presidenta andaluza le ha advertido de que con 85 escaños no se puede gobernar. Pero no ha aclarado cómo se desbloquea la situación, ya que se ha limitado a pedir a Rajoy que dé un más que improbable paso atrás.

Los dos bandos

El movimiento en favor de la libertad de expresión de Guillermo Fernández Vara ante los ataques recibidos por defender la abstención en una votación a Rajoy, desencadenado por un tuit de Díaz, al que se sumaron figuras tan relevantes como Alfredo Pérez Rubalcaba, Eduardo Madina y Carme Chacón y barones como García-Page, Puig y Lambán, permitió visualizar los bandos en conflicto. Sánchez tiene a su favor a su equipo de fieles en la ejecutiva, con los portavoces parlamentarios Antonio Hernando y Óscar López a la cabeza. Pero está convencido de que la gran mayoría de la militancia apoya su «no es no» a Rajoy y recela de lo que considera maniobras en la oscuridad de Díaz. Su último recurso para doblegarla es consultar con la militancia los posibles pactos.

El sector crítico teme, o así lo filtra, que Sánchez tenga una agenda oculta, que sus apelaciones para lograr un acuerdo a tres sean una cortina de humo, cuando lo que en realidad está negociando es un pacto con Podemos para luego ser investido con los votos de los independentistas catalanes y el PNV. La antigua Convergència y los nacionalistas vascos están por la labor. Faltaría ERC, que no renuncia al referendo. Un acuerdo de este tipo pondría en pie de guerra a los barones. No lo tolerarían. Estos movimientos dejan claro que hay una guerra abierta en el PSOE que puede estallar en el comité federal. Aunque Díaz ha demostrado ser especialista en amagar y no dar.