Rajoy se reserva para él solo el primer día de la investidura, lo que criticó a Sánchez

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente MADRID / LA VOZ

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Intervendrá el martes por la tarde, relegando a los demás grupos al día siguiente

26 ago 2016 . Actualizado a las 12:39 h.

Lo que el PP criticó con toda su artillería pesada cuando Pedro Sánchez se sometió a la investidura en marzo es exactamente lo mismo que va a hacer el próximo martes Mariano Rajoy. El candidato popular se reserva el primer día del debate para él solo. Será el único que intervendrá, a partir de las cuatro de la tarde, por lo que los portavoces de los demás grupos deberán esperar al día siguiente para darle la réplica, tras lo cual tendrá lugar la primera votación.

Hace unos días, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, responsable de fijar el horario del debate, se había mostrado partidaria de recuperar el formato tradicional, es decir que el candidato pronuncia su discurso por la mañana y por la tarde intervienen el resto de los líderes. Pero ayer cambió de criterio por sorpresa sin dar más explicación que, tras examinar pros y contras, había concluido que era mejor dar más tiempo a los demás partidos para examinar las propuestas del candidato.

El PP atacó duramente al entonces presidente de la cámara Patxi López cuando decidió que Sánchez fuera el único orador el primer día de su investidura fallida. El portavoz popular, Rafael Hernando, acusó a López de permitir que el debate se convirtiera en un «monólogo a mayor gloria del señor Sánchez», en lo que denominó «un indecente uso de las prerrogativas que tiene como presidente del Congreso», una «cacicada» y un «disparate». Llegó incluso a tildarle de «mamporrero del PSOE». Al candidato socialista le afeó que utilizara la Cámara «como si fuera un instrumentillo más de Ferraz». El Grupo Popular llegó incluso a presentar un escrito a la mesa para pedir que se reconsiderase la decisión. El propio Rajoy, en su discurso, criticó a Sánchez por acudir al Congreso el primer día «sin que nadie le hiciera sombra».

Tanto el PSOE como Ciudadanos recordaron ayer la oposición del PP a este formato, mientras Podemos señaló que ya se opuso cuando se presentó Sánchez.

Por otro lado, los socialistas y Ciudadanos reclamaron a Pastor que la Cámara recupere su funcionamiento normal aunque el Gobierno esté en funciones. El socialista Juan Luis Gordo recordó que su grupo ha presentado más de mil preguntas y 3.000 iniciativas que aún no se han publicado. Además, solicitó que se elabore un calendario de sesiones, porque «el Parlamento no se puede parar ni quedar en estado de suspenso». Pastor se comprometió a que el Congreso recupere su actividad ordinaria a partir de septiembre y argumentó que si hasta ahora no se han podido tramitar las iniciativas registradas por los grupos parlamentarios es porque julio y agosto son inhábiles.

Los nacionalistas, al gallinero

La Mesa del Congreso aprobó el reparto de escaños en la cámara por unanimidad, aunque Unidos Podemos expresó su malestar por la desproporción entre su número de votos y la visibilidad de la que disfrutará en el hemiciclo, con respecto a Ciudadanos. Los nacionalistas catalanes de la antigua Convergència quedan relegados al gallinero de la Cámara tras casi cuatro décadas en primera fila.