Un Pikachu anda suelto por Cimadevilla

Noelia Rodríguez AVILÉS

ACTUALIDAD

La fiebre de «Pokémon Go» llega a Asturias donde ya se organizan quedadas para cazar a las míticas criaturas de Nintendo

16 jul 2016 . Actualizado a las 15:12 h.

Un grupo de jóvenes ante la estatua de Pelayo, todos con el móvil en la mano pero no le hacen una foto a la escultura del héroe asturiano ni están mirando al puerto deportivo, sino que dirigen sus móviles hacia el suelo aunque a simple vista ahí no hay nada digno de inmortalizar. Es probable que haya visto esa imagen que se repite en otros puntos de Gijón, Oviedo y Avilés. No están inmortalizando los parajes más conocidos del Principado sino que están cazando Pokémon. Desde hace días el mundo ha sucumbido ante la fiebre del nuevo juego de Nintendo y Asturias no iba a ser menos. En las tres principales localidades asturianas, es habitual encontrarse a gente que va pokecaza o se junta en las pokeparadas para hacer una captura multitudinaria. Ellos mismos se reconocen cuando se cruzan por la calle y entablan conversación sobre qué capturas llevan y cuáles son los mejores lugares para encontrar a estas criaturas que nacieron a finales del siglo pasado y que este verano vuelven a vivir una época dorada.

Ahora mismo Pokémon Go es el mayor juego para móviles con más de 20 millones de usuarios y es el responsable de que el valor de Nintendo se haya revalorizado un 76% en la bolsa. Y eso que hasta el viernes sólo había versiones para tres países, lo que ha hecho que los asturianos que no se aguantaron las ganas por jugar tuvieran que ingeniárselas para poder hacerlo con la aplicación australiana, por ejemplo. Ya se puede acceder a la versión española, lo que no ha hecho más que incrementar las expectativas y el número de aficionados. ¿Qué tiene para ser tan atractivo? «Me recuerda a mi infancia y adolescencia, es como volver a tener 12 años», explica Alberto Fontal, que en su momento se aficionó al videojuego y ahora con 30 años aprovecha cualquier momento que sale a la calle para capturar. «Voy a desayunar a una cafetería que está a tres minutos de mi casa y llevo la aplicación abierta por si encuentro alguno», reconoce. Es de Gijón y gestiona una de las cuentas de Twitter que hay en Asturias dedicadas a este juego (@Pokemongogijon). Desde ahí organizan quedadas e informan de los mejores sitios en que capturar pokémones. Cimadevilla, el entorno de la plata, Los Pericones y los parques Moreda e Isabel la Católica son los lugares en que más se pueden encontrar y donde además se encuentran los más conocidos, que son los que más atraen.

 El juego se basa precisamente en la geolocalización y a partir de ella los pokémones aparezcan en el entorno del jugador, siendo zonas por las que habitualmente hay mucho tránsito de peatones. Parques, playas, gimnasios incluso cementerios son sitios habituales porque además las criaturas aparecen en entornos asociados con su tipología (agua, voladores, eléctricos, de lucha ?). Según se van sumando capturas se acumulan puntos y bonus que permiten evolucionar a los pokémones que ya se tienen. Sólo se han utilizado esta vez a los de primera generación -van por la octava, un guiño a la nostalgia de los primeros aficionados pero también una puerta abierta a futuras actualizaciones del videojuego. «Se pueden incluir nuevos, permitir que los jugadores se los puedan intercambiar, que puedan luchar...», plantea Fontal, que no cree que Pokémon Go sea una moda pasajera, sino que ha venido para quedarse. Asegura que su éxito reside también en que es el primer juego de Pokémon que es gratuito, con lo que es fácil enganchar a los usuarios.

 Un juego que socializa y te saca de casa

Es una actividad que te obliga a salir de casa y a interactuar con otra gente, no como las clásicas videoconsolas que consiguen lo contrario, algo destacado por los jugadores asturianos, como Aaron Estévez. «Estando en interiores te puede salir alguno pero cuanto más caminas más aparecen. Se nos va a poner tipo fino por salir a capturar», bromea. Él también  es de Gijón y desde allí gestiona la cuenta @PokemonGo_Ast. A sus 29 años reconoce que juega «cada vez que voy por la calle, aunque no puedo mucho por el trabajo». Los que se han aficionado a Pokémon Go reconocen que es un poco adictivo. «Quieres hacerte con todos, es como con el juego inicial», explica Estévez y hay que tener en cuenta que en la primera generación hay 151 pokémones. Nintendo aún tiene un millar por liberar.

 Aunque muchos de los actuales cazadores de Pokémon fueron seguidores del videojuego en su adolescencia también hay quienes lo descubrieron en la tierna infancia. Es el caso de Manu López, que a sus 19 años gestiona la cuenta asturiana con más seguidores en Twitter sobre el juego (@Pokemon_Go_Ast). Vive en Gozón, donde reconoce que no hay demasiadas opciones de caza, pero se desplaza a Avilés donde sí encuentra. En el parque de Ferrera hay muchos Doduos y también hay variedad de especies en el entorno del Centro Niemeyer y la plaza del Ayuntamiento. Él dedica varias horas del día a las labores de caza y en un día puede llegar a hacer 60 ó 100 capturas según explica. «El jueves hicimos una quedada en Avilés, a la que fuimos cuatro personas, pero luego nos íbamos encontrando a más por la calle, porque se nota mucho cuando van buscándolos», asegura. En Oviedo fue Miguel Blanco quien creo comunidad desde @PokemonGOviedo y recomienda acercarse hasta la estación del tren, las calles del centro o los parques del Oeste y San Francisco para conseguir pokémones «interesantes» como pudieran ser los Hitmonlee o los Scyther. A él le gusta Pokémon desde pequeño pero reconoce que el boom del juego actual, en parte debido a la difusión en redes sociales, ha hecho que «conocidos que nunca habían jugado se lo ha descargado y les gusta».