El ineseperado desenlace del referendo británico ha caído como un jarro de agua fría en la Casa Blanca
25 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El inesperado desenlace del referendo británico ha caído como un jarro de agua fría en la Casa Blanca. La decisión del principal socio europeo de Estados Unidos no era ni esperada, ni tampoco querida por Barack Obama. «El pueblo británico ha hablado y respetamos su decisión», dijo diplomáticamente en un primer comunicado. Horas más tarde, comparecía ante la prensa y confirmaba haber hablado con David Cameron y también Angela Merkel. «Nuestros equipos financieros y económicos trabajarán conjuntamente en esta transición, el Reino Unido y la Unión Europea seguirán siendo socios indispensables», anunció.
El presidente subrayó que su país seguirá con su «relación especial» con el Reino Unido y, preocupada por su papel en la OTAN, apuntó que «sigue siendo una piedra angular de nuestra política exterior, nuestra seguridad y políticas económicas».
Obama, un declarado amigo de Cameron, ya dejó clara su posición en su visita el pasado abril a Londres, cuando alertó contra el brexit. «La pertenencia a la Unión Europea no reduce la influencia británica, sino que la magnifica», dijo entonces.
«Veo similitudes»
Mientras Obama busca amortiguar el golpe sufrido por su principal socio europeo, el brexit agitaba la campaña a las presidenciales. A su llegada exultante a Escocia, Donald Trump aprovechó para capitalizar el resultado y presentarse como un visionario de su tiempo. Estimó que existen similitudes entre la victoria del out y su ascenso en EE.UU. «Veo un paralelismo real», dijo a la prensa en su campo de golf en Turnberry. «Es grandioso que los británicos hayan recuperado el control de su país. Eso es lo mismo que está pasando en Estados Unidos», insistió con su retórica populista y nacionalista.
Su declaración no tardó en tener respuesta de su rival demócrata, Hillary Clinton, quien reivindicó la necesidad de «un liderazgo calmado, firme y con experiencia en la Casa Blanca» y así poder luchar contra la «incertidumbre». Argumento que hizo suyo Bernie Sanders, quien por fin confirmó que votará por Clinton en noviembre: «No necesitamos un presidente cuyo eje central sea la intolerancia, insultar a los mexicanos, a los latinos, a los musulmanes o a las mujeres», dijo al justificar su voto.
Trump no es el único que ve «paralelismos» entre el brexit y lo que está ocurriendo en la carrera hacia la Casa Blanca. Las similitudes entre su discurso y el que ha vencido en las urnas británicas son tantas que Washington ha entrado en estado de pánico. No ya por la incertidumbre mundial que conlleva, sino porque aumenta el temor de que Trump pueda ser el próximo presidente. «¡Dejad de subestimar a Donald Trump!», exhortaba The Washington Post. «El voto del brexit demuestra que puede ganar».